En el segmento de Un Camino para Conocerte, la conductora y coach Paula Vogel junto con la psicóloga, Natalia Houghan explicaron que las heridas de la infancia son faltas o lesiones afectivas que se producen en la niñez a causa de una o varias vivencias objetivamente negativas cuya inmadurez emocional le impide interpretar correctamente lo que sucede a su alrededor.
Las profesionales explicaron que tanto los niños como los padres pueden tener su propia herida de la infancia y que esta puede ser transmitida de generación a generación. Puede tener modificaciones o cambiar una herida por la otra.
La psicóloga Hoghan mencionó que los primeros 3 años del pequeño son sumamente importante, porque ante la falta de la mirada amorosa de mamá o el cariño o contención de papá, puede aparecer una herida en el ser interno
Las mismas se clasifican en:
- Herida #1: Rechazo.
- Herida #2: Abandono.
- Herida #3: Humillación.
- Herida #4: Traición.
- Herida #5: Injusticia.
Por otra parte la coach Vogel afirmó que muchas heridas en los hijos se forman sin tener ánimo de construirlas, «los que somos padres sabemos que no tenemos la intención de lastimar, sino que son cosas que a veces pasan porque se escapan de nuestro control».
La profesional de la salud mental, señaló la importancia de mantener la mirada amorosa siempre con el pequeño, si por situaciones de salud, la madre o el padre no puede jugar o alzar al pequeño, mantener esa mirada compasiva.
Estas heridas son condiciona ya que cuando una persona toca esa herida la persona lastimada puede reaccionar de diferentes manera»
Paula Vogel, coach
Eso provoca reacción que parecemos no controlar, se reacciona de manera exagerada ante situaciones que priori no tendrían porqué provocar sentimientos tan intensos, pero la herida sigue abierta y quedamos sensibles a todo aquellos que nos lo recuerde incluso de forma inconsciente.
Houghan afirmó que estas heridas de la infancia se pueden sanar, siempre desde el perdón, Vogel aclaró que «perdón no significa volver a tener contacto con la persona o seguir sosteniéndolo en diferente momentos».
«El perdón es más de uno mismo, para no llevar ese enojo interior y enfermarnos en el futuro» concluyó la psicóloga.
