En Telegram, como en redes sociales en general, los usuarios comparten imágenes sobre distintas situaciones de carácter personal pero no muchas veces sucede o resulta tal como lo pretenden al difundirlas. Y ello constituye un peligro online. Porque los ciberdelincuentes están al acecho y pueden llegar a estafar o robar material fotográfico como también de video para obtener algún tipo de ganancia a costa de sus víctimas o bien damnificarlas de alguna otra manera, en carácter de venganza o por el escrache mismo.
Esto es lo que estaría sucediendo con misioneras que dieron la voz de alarma a otras a modo de prevenirlas e interiorizarlas sobre cómo estarían operando y quiénes estarían detras, no con tanto detalle de las identidades por temor a represalias.
Las denuncias tienen vinculación con el robo de imágenes expuestas restringidas al uso particular. En los grupos de Telegram se da cuenta del proceder que realizaría uno de los administradores, que difunde el material y hasta solicita otros para distribuirlo y/o comercializarlo. (Video: La Voz de Misiones)