La actividad económica en su conjunto marcó en mayo un retroceso de 5,5% interanual, afectada esencialmente por la caída de 43,8% del sector Agricultura, ganadería, caza y silvicultura a causa de la sequía, informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (indec)
Además, el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) registró en mayo una merma del 0,1% respecto a abril, con lo que el acumulado de los cinco primeros meses del corriente año reflejó una baja del 1,3%.
Con relación a igual mes de 2022, diez sectores de actividad que conforman el EMAE registraron subas en mayo, entre los que se destacaron Explotación de minas y canteras, con un avance de 5,3% interanual y Hoteles y restaurantes, con una mejora de 4,1%.
También tuvieron números positivos el sector Comercio mayorista, minorista y reparaciones, con un alza del 2,8%; y Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, con una suba de 1,7% interanual.
En mayo, las ramas de actividad con mayor incidencia negativa en el estimador mensual de la actividad económica fueron Agricultura, ganadería, caza y silvicultura, con una baja de 43,8% interanual; y Transporte y comunicaciones, con una baja de 2,7%.
Durante el quinto mes del corriente año también retrocedió con fuerza el nivel de actividad en el sector Pesca, con una reducción de 22,6% respecto a mayo de 2022.
En tanto, se anotaron subas del 2,4% en Administración Pública; 2,6% en Enseñanza; 2% para Servicios de Salud; 2 % en Construcción y 0,1% en el sector industrial.
El retroceso de 5,5% registrado en mayo se suma a la baja de 4,2% en abril, en ambos casos por impacto de la sequía.
En los tres primeros meses del corriente año el nivel de actividad económica fue entre neutra y positiva, con subas de 2,7% y 1,4,% en enero y marzo, y con un resultado nulo del 0% en febrero.
En abril, la actividad económica bajó 4,4% en relación a igual mes del año pasado, un desempeño que reflejó en particular el impacto de la sequía que provocó una muy fuerte caída de la actividad agropecuaria y, por arrastre, también del transporte y la recaudación.
En esa oportunidad, la Secretaría de Política Económica, indicó que el EMAE de abril «fundamentalmente refleja el impacto de la sequía, con el sector Agropecuario cayendo -36,8% respecto del año pasado y afectando el transporte en -3,4% y la recaudación en -5,9%».
«Quitando el impacto de estos sectores afectados por la sequía, la actividad habría continuado mostrando avances, con una suba cercana al 1%», completó la dependencia oficial.
Por sectores, en mayo el índice de producción industrial manufacturero (IPI manufacturero) marcó una suba de 1,1% respecto a igual período de 2022, con lo que el acumulado.de los primeros cinco meses del año reflejó un incremento de 2,2%.
En lo que respecta al agro, un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) dio cuenta que la superficie no cosechada (SNC) de soja, maíz y trigo, como consecuencia de la sequía, alcanzó un área récord de 6,5 millones de hectáreas a nivel nacional en la actual campaña.
Por su parte, el informe de cierre de campaña de la soja 2022/23 del Departamento de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires precisó que las exportaciones de la cadena sojera generarán en 2023 exportaciones por US$ 12.542 millones, con una caída del 50% respecto del año pasado.
«Tras el adverso escenario climático del año pasado, marcado por un nuevo año de sequía, la cadena de la soja aportará a la economía argentina US$ 7.345 millones en el 2023 en valor agregado, lo que representa una disminución del 67% en comparación con el valor del año pasado», señaló la entidad bursátil porteña.
En base a las previsiones, las exportaciones aportarán US$ 4.350 millones en concepto de recaudación fiscal, lo que representa una baja de 57% interanual.