Con la llegada de Año Nuevo, después de las comidas con alto contenido graso y las bebidas con alcohol, muchos se preguntan cómo recuperar su hábitos saludables para el comienzo del nuevo año.
Según los especialistas, lo ideal es seguir con algunos cuidados depurativos como beber abundante agua, reducir el consumo de azúcar y sal, o aumentar el consumo de frutas, verduras, y fibra, en general para poder retomar una alimentación beneficiosa para la salud.
Durante las fiestas se suele consumir comida en exceso.
A continuación, todos los consejos para volver a una alimentación equilibrada y limpiar el organismo para mejorar tu salud y comenzar el año renovado.
¿Cómo limpiar el organismo después de Año Nuevo?
Beber abundante agua
Tomar mucha agua sirve para ayudar al organismo a eliminar toxinas a través de la orina y a que los órganos sigan manteniendo su función.
El agua es esencial para el organismo.
Es bueno consumir agua antes de comenzar a sentir sed, porque una vez que uno ya siente sed quiere decir que el cuerpo ya está a cierto nivel de deshidratación. La sensación de sed llega cuando ya es tarde. Uno de los pasos más importantes para desintoxicar el cuerpo es beber suficiente agua, entre 6 a 10 vasos al día dependiendo del tamaño de la persona, su edad, su nivel de actividad física, y el clima.
Evitar el alcohol
Evita beber alcohol en exceso, ya que cuando esto sucede el hígado deja de hacer parte de su trabajo para descomponer el alcohol y eliminarlo de la sangre. Durante las reuniones de fin de año, es probable que se sobrepase el número de tragos sugeridos, así que es fundamental cuidar lo ingerido de hoy en adelante para evitar que el hígado colapse y, sobre todo, abstenerse de seguir bebiendo.
El alcohol puede tardar 8 horas o más en ser expulsado del cuerpo, según la cantidad que se haya consumido.
Comer frutas y verduras
Incorporá frutas y verduras a tu dieta.
Saber Vivir
Aumentar la ingesta de frutas y verduras para limpiar el organismo luego de las fiestas, se recomienda consumir alimentos que demostraron contribuir al correcto funcionamiento del hígado: como la avena, el brócoli, el té verde, las almendras, las espinacas, los arándanos y especias como el orégano y el romero.
Las frutas aportan vitaminas y minerales. Lo ideal es consumir cítricos, manzanas, bananas y paltas.
Dormir bien
Dormir es esencial para mantener un hígado saludable. Diversos estudios han encontrado que las personas con apnea del sueño tienden a presentar problemas de hígado graso (tanto si consumen alcohol como si no). En especial si se trasnocha durante las fiestas de fin de año, es importante conceder a nuestro organismo una sesión de sueño reparador y convertir el descanso en un hábito de vida.
Disminuir la sal y el azúcar
Lo ideal es encontrar sustitutos saludables para el azúcar o las especias para condimentar los platos. Según indican los expertos, una dieta rica en sal está asociada con un mayor riesgo de desarrollar hipertensión, provoca retención de líquidos y, según la Organización Mundial de la Salud, aumenta el riesgo de cardiopatía y accidente cerebrovascular.
Y, cuando hay exceso de azúcar en la dieta puede haber riesgo de obesidad, diabetes, hipertensión, aunque hay otros perjuicios como los problemas de memoria o o la ansiedad que también puede aparecer.