El Ministerio de Relaciones Exteriores que encabeza Santiago Cafiero instruyó al embajador argentino ante la Unión Europea, Atilio Berardi, para que Argentina acompañe la nota suscripta por 14 países del «Sur global», en la que se insta a Bruselas a entablar «una cooperación eficaz y un diálogo significativo» luego de que en junio de 2023 adoptara el «reglamento europeo sobre productos libres de deforestación«, al que califican como «distorsivo».
Según se conoció este viernes, el Palacio San Martín se suma así al reclamo de diálogo de Brasil, Bolivia, Colombia, Costa de Marfil, Ecuador, Guatemala, Indonesia, Malasia, México, Nigeria, Paraguay, Perú, República Dominicana y Tailandia.
«La norma europea es controvertida no sólo por la inclusión unilateral de los productos que involucra (que hasta el momento son siete: aceite de palma, soja, ganado bovino, café, cacao, madera y caucho), sino también porque la ley prevé un ‘Sistema de Clasificación’ por el cual los países o sus regiones van a ser categorizadas, de acuerdo con su nivel de riesgo (‘alto’, ‘estándar’ o ‘bajo’) de deforestación», señaló la Cancillería argentina.
Los firmantes de la nota, de ese modo, buscan ser consultados en el proceso de evaluación de riesgo
Según sostienen Argentina y los países firmantes, durante el tratamiento de la normativa la UE no instrumentó el pedido de diálogo sustantivo solicitado por los países productores, mientras que la Comisión avanza unilateralmente en la clasificación para la determinación de los niveles de riesgo.
«Estas decisiones por parte de la UE motivaron la acción coordinada de los países productores», se explicó oficialmente.
Esta legislación representaría un «nuevo obstáculo para el acceso de productos agroalimentarios provenientes de países que no subsidian la producción agrícola ganadera a uno de los mercados tradicionalmente más subsidiados».
La presentación efectuada a la UE «manifiesta la intención de los países productores por cumplir con los objetivos de protección ambiental y desarrollo sostenible acordados internacionalmente, incluida la lucha contra la deforestación, evitando causar problemas innecesarios en la producción y el comercio internacional de los productos incluidos en la normativa europea».