Samuel Saucedo, coach y conferencista, compartió una serie de acciones que pueden debilitar el liderazgo personal. “Es fundamental reconocer cómo nuestras acciones y hábitos impactan nuestra capacidad de influir en los demás”, afirmó Saucedo, enfatizando la importancia de un enfoque consciente en nuestras prácticas diarias.
La primera acción identificada por Saucedo es la búsqueda de la comodidad. “Cuando los líderes optan por lo fácil, se alejan del crecimiento que pueden alcanzar”, explicó. Citando a John Maxwell, Saucedo recordó que “el camino del líder es un camino cuesta arriba”, lo que implica que los hábitos deben alinearse con las expectativas para lograr resultados significativos.
Otro punto crucial es la tendencia a buscar aplausos. “El reconocimiento externo puede ser tentador, pero construir la autoestima en base a la validación de otros es riesgoso”, advirtió. Para Saucedo, la autoestima debe ser “contingente” y depender de nuestras propias acciones y convicciones, no de la opinión ajena. “Es un desafío que requiere autoconocimiento y desarrollo personal”, añadió.
Además, Saucedo abordó el deseo de tener siempre la razón. “Al aferrarse a una postura, limitamos nuestras oportunidades de aprendizaje y afectamos nuestras relaciones”, explicó. Promover un diálogo abierto y valorar las perspectivas ajenas es esencial para un liderazgo efectivo, subrayó, señalando que “escuchar enriquece nuestras experiencias”.
La acción de hablar sin conocimiento también fue discutida. “Emitir opiniones sin fundamento solo genera divisiones”, dijo Saucedo, sugiriendo que “las acciones hablan más que las palabras”. Esta premisa enfatiza la importancia de demostrar con acciones en lugar de simplemente expresar opiniones.
Finalmente, el coaching abordó la responsabilidad personal en el liderazgo. “Un verdadero líder asume la responsabilidad por su equipo, incluso en situaciones difíciles”, afirmó. Reconocer que las acciones de los liderados reflejan en el líder es clave para el desarrollo de un liderazgo fuerte y confiable.
Samuel Saucedo cerró su intervención recordando que “fortalecer nuestro liderazgo depende de la capacidad de reflexionar sobre nuestras acciones”. Instó a los oyentes a recalibrar sus enfoques y cultivar un liderazgo que inspire a quienes los rodean.