El Directorio del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym) otorgó este jueves un reconocimiento al ingeniero agrónomo Raúl Escalada, por su tiempo y conocimientos volcados a resolver problemas del sector, mejorando las condiciones de trabajo, incorporando tecnología en los distintos eslabones, formando recursos humanos y posicionando a la yerba mate como un alimento excepcional.
“Ha contribuido y nos ha guiado, con visión y una mirada integral, a implementar iniciativas en todos los eslabones de la cadena yerbatera, generando mejoras sustanciales y visibilizando al producto en un nivel de excelencia”, destacó Juan José Szychowski, presidente del Inym, junto a los demás directores, tras el reconocimiento, en la sede institucional.
Escalada comenzó a trabajar en el Inym poco tiempo después de haberse creado la Institución. Encontró aquí una estructura para el despliegue de sus conocimientos, vocación de servicio y la pasión por la yerba mate. Así, con su impulso, en mayo de 2007 se creó el Programa Regional de Asistencia al Sector Yerbatero (Prasy) para la capacitación y asistencia en la actividad yerbatera, “a efectos de nutrirlos de nuevos conocimientos, tecnologías y desarrollos científicos que tiendan a mejorar la eficiencia y calidad en los procesos, como así también propender a un mayor consumo de la yerba mate y derivados”.
En los primeros cinco años, el Prasy (proyecto que Escalda redactó de puño y letra) ya había reunido a más de 50 proyectos de investigación orientados a mejorar la competitividad, dando cuenta de su importancia. En ese marco, en el 2011 se puso en marcha la Subgerencia Técnica, aglutinando todo lo concerniente a la formación, desarrollo y transferencia de tecnología para posicionar al sector yerbatero a la vanguardia.
“Escalada fue el gestor de programas bisagras en la historia yerbatera, como los carritos de arrastre, los guinches de carga de raídos, las tijeras electrónicas y los quemadores de chip, que mejoraron notablemente las condiciones de trabajo de tareferos en yerbales y foguistas en secaderos, y optimizaron el proceso de obtención del producto”, repasó Nelson Dalcolmo, director por la Producción en el Inym. Ello, generando un efecto dinamizador en la economía, teniendo en cuenta que todos los elementos fueron y son construidos por emprendedores locales, y otorgados a prestadores de servicio; productores; cooperativas, asociaciones y secaderos.
El Programa de Becas Estudiando con el Mate, que impulsó para respaldar a hijos de trabajadores del sector, y el incentivo a investigaciones para validar las propiedades benéficas de la yerba mate para la salud, se extendieron a niveles universitarios y académicos, colaborando en la formación de profesionales y abonando la premisa de que la yerba mate debe ser tratada como un alimento excepcional, lo que derivó en el impulso de la promoción del producto en el mercado.
En ese sentido, fueron claves la socialización y los vínculos académicos que fue construyendo Escalda, identificando temas y profesionales para las investigaciones científicas, tanto para generar tecnología como para validar las propiedades del alimento. Vale recordar que fue quien estuvo al frente de las primeras Jornadas Técnicas (charlas y prácticas a campo), las Jornadas de Divulgación sobre Investigaciones, Desarrollo e Innovación Tecnológica en la Elaboración de Yerba Mate, y el Congreso de Yerba Mate y Salud.
El ingeniero agrónomo llevó al territorio una nueva forma de producir, lo que se conoció como el Programa 3×1, reconvirtiendo 3 hectáreas de yerba mate improductivos por 1 hectárea de alto rendimiento. “Eso, más el incentivo de cubiertas verdes para recuperar y devolver fertilidad al suelo, y la Red de Productores Evaluadores, fueron la semilla para el Servicio de Extensión Yerbatero del INYM, el primer equipo de profesionales que trabaja junto a productores para mejorar de manera integral los yerbales”, señaló por su parte la ingeniera Verónica Scalerandi, hoy a cargo de la Subgerencia del Área Técnica del INYM.
Escalada “también fue central para la definición y puesta en marcha del Plan Estratégico para el Sector Yerbatero”, recordó Dalcolomo, cuyo objetivo es lograr “una actividad yerbatera con la mayor cantidad de actores, competitiva, socialmente responsable, equitativa y ambientalmente sustentable, que ofrezca al mundo productos naturales, genuinos y de calidad”, y del programa El Mate en la Escuela, que promueve el hábito saludable del mate y el valor pedagógico de la yerba mate.
En todo este tiempo, Raúl Escalada ha sido una fuente permanente de consultas, un libro abierto que trasmite pasión por la yerba mate, y en ese ir y venir, siempre presente la premisa de que el Inym es una institución al servicio del sector.
“Repasando brevemente el camino transitado, podemos decir en este corto tiempo, dejó miles de semillas que germinan vigorosamente, fortaleciendo a todos los eslabones de la cadena yerbatera y redituando enormemente a la sociedad en su conjunto, y creo que no es casualidad que este reconocimiento se entregue hoy, en el Día del Amigo”, cerró Dalcolmo.