La ONU estableció, el 14 de febrero de 1949, el Día Mundial de la Energía, para invitar a reflexionar sobre la eficiencia energética y las alternativas de producción.
La I Conferencia Internacional celebrada en Austria en 1998 -donde más de 350 expertos y líderes de 50 países se reunieron para discutir estrategias para enfrentar la crisis energética y dar posibles soluciones- afianzó la importancia de esta fecha y de avanzar en un desarrollo eficiente. De este encuentro surgieron nuevas efemérides relacionadas como el Día Mundial de la Eficiencia Energética.
Es por ello, que el Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 (ODS 7), una de las 17 metas establecidas por la ONU en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, busca garantizar el acceso a una energía universal y sostenible (Asequible y No Contaminante), mientras que el número 13 propone acciones por el clima para frenar el calentamiento global.
¿Qué es el acceso universal a la energía?
En las sociedades occidentales avanzadas, el acceso a la electricidad es una constante las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Gran parte de la vida moderna se basa precisamente en la utilización de dispositivos que requieren una carga energética. Desde los hornos de cocina hasta los teléfonos móviles. En Occidente, el interés se centra en promover la transición de los combustibles fósiles a las energías renovables.
Mientras tanto, se estima que 1.100 millones de personas en todo el mundo aún no tienen acceso a la energía básica. Particularmente en el África subsahariana. Por ello, el Día Mundial de la Energía representa una gran oportunidad para analizar qué es necesario hacer términos económicos, tecnológicos y políticos para convertir el acceso universal a la energía en una realidad.
Cuáles son los distintos tipos de energías renovables
La energía es un recurso fundamental para el desarrollo de una comunidad. En la actualidad, su consumo depende mayormente de la explotación de bienes naturales, ya que casi todas las fuentes energéticas son derivados de combustibles fósiles, que son limitados y cuya extracción implica un elevado costo económico. Esto genera un enorme impacto ambiental por lo que es fundamental educar a la sociedad en el desarrollo de valores y en la consolidación de hábitos para el uso sostenible de la energía. Es en este contexto es que las energías renovables cobran mayor importancia.
Las energías renovables, esenciales para alcanzar un futuro sostenible, son aquellas que se obtienen a partir de fuentes naturales que son inagotables o se renuevan de forma continua. Son recursos respetuosos con el medio ambiente y ayudan a reducir los gases de efecto invernadero.
Algunos de los principales tipos de energías renovables son:
Energía eólica
Se trata de la energía que se obtiene a partir del viento, es decir, mediante el aprovechamiento de la energía cinética de las masas de aire a través de aerogeneradores. Según dónde estén emplazados estos aerogeneradores, se puede hablar de energía eólica terrestre o energía eólica marina. Se ha utilizado durante siglos, con las tecnologías disponibles en cada momento y con diferentes funciones.
Energía solar
Este tipo de energía se obtiene con el aprovechamiento de la radiación electromagnética procedente del sol mediante captadores como las células fotovoltáicas. La energía solar se basa en el llamado efecto fotoeléctrico, por el cual determinados materiales son capaces de absorber fotones (partículas lumínicas) y liberar electrones, generando una corriente eléctrica.
Energía hidraúlica
Se genera al transformar la energía potencial existente entre dos masas de agua situadas a distinta altitud o cota en energía eléctrica. Para obtener energía hidráulica, también conocida como energía hidroeléctrica, se construyen infraestructuras capaces de extraer el máximo potencial de este recurso.
Energía geotérmica
Se obtiene a partir del calor interno de la tierra. La energía geotérmica puede aprovecharse directamente para calefacción o para generar electricidad mediante plantas geotérmicas.
Energía de los océanos
Incluye diversas formas de aprovechamiento, como la energía undimotriz (olas), la mareomotriz (mareas) y la térmica oceánica (diferencia de temperatura entre capas de agua).
Energía de biomasa
Proviene de materiales orgánicos, como residuos agrícolas o forestales. Puede emplearse para generar electricidad, calor o biocombustibles.
Consejos para un uso sustentable de la energía
Compartimos algunos consejos que podemos poner en práctica para administrar correctamente el uso de energía en casa, la escuela o la oficina:
- Aprovechar al máximo la luz natural del exterior y apagar luces si no es necesario su uso.
- Comprar lámparas LED. Consumen 10 veces menos y duran hasta 40 veces más que las comunes.
- Poner el aire acondicionado a 24°C. Nunca dejarlo encendido si no hay nadie utilizándolo. Chequear que no haya ventanas abiertas.
- Desconectar los equipos que no se estén usando: electrodomésticos, PC, juegos y cargadores de celulares, tablets o notebooks. Los aparatos en modo stand-by consumen el equivalente a dos lámparas LED, y es energía que se desperdicia.
- Evitar lavar la ropa o planchar en los horarios de mayor demanda de energía; hacerlo después de las 9 de la noche o temprano a la mañana.
- Usar eficientemente el lavarropas, secadora y lavavajillas. Utilizarlos a carga completa y evitarlos siempre que se pueda, como por ejemplo, la secadora.
- Mantener aire acondicionado, heladeras, hornallas y lámparas en buenas condiciones. Los aparatos limpios consumen menos.
- Conocer cómo se obtiene la energía y el impacto que genera para la vida en todas sus formas, es fundamental para brindar desde las escuelas el conocimiento necesario para promover hábitos más sustentables. El consumo responsable se puede lograr si cada persona, tanto como individuo y como parte de un grupo, contribuye con pequeñas acciones a la gestión sostenible de este recurso clave para el desarrollo de la sociedad.