Transformación, evolución y capacidad de adaptación a los cambios, son los conceptos clave para la permanencia en el mercado del juego que nació en 1972 bajo la denominación de Tómbola Misionera y que, a pesar del paso de los años, sigue siendo una tradición familiar de los misioneros.
La inmediatez en la resolución de los premios y la variedad de sorteos (La Previa, La Primera Matutina, Matutina y Matutina Plus, Vespertina, Nocturna y Nocturna Plus) la reafirma como el producto madre del Instituto y hace que mantenga el favoritismo entre los clientes.
El Mes Aniversario trae consigo sorteos de tickets no premiados de la Quiniela Misionera y la Poceada, y sorteos extraordinarios especiales durante la Matutina y la Nocturna, que pagará 600 veces a las tres cifras y 4 mil veces las cuatro cifras. Además, quienes se registren en www.quinapp.bet.ar durante agosto y septiembre tendrán un bono de bienvenida de 500 pesos.
Historia de un juego que es parte de una cultura
El 11 de agosto de 1972 se oficializó la Quiniela Misionera con la apertura de una decena de agencias adjudicadas en Posadas, y se realizó el primer sorteo utilizándose la extracción de bolillas realizada en la Lotería Nacional.
El 24 de diciembre de 1975 tuvo lugar el primer sorteo de la Tómbola Misionera con bolillero propio, marcando otro de los grandes acontecimientos dentro del historial del IPLyC, que había sido creado mediante el Decreto Nº 376 del 20 de noviembre de 1967, con el objetivo de explotar y administrar los juegos de azar en todo el ámbito provincial.
Primero funcionó como una sala de juegos del casino capitalino, hasta que en febrero de 1972 se reglamentó la explotación de la quiniela a través del Decreto Nº 384/72, firmada por el entonces gobernador Ángel Vicente Rossi y el ministro de Bienestar Social y Educación, Miguel Soto e implementada por el gerente general Rodolfo Aguilar, quien se encontraba a cargo del organismo.
Acta Nº 1
El 24 de diciembre de 1975 se hicieron girar por primera vez los bolilleros propios. El primer documento registrado en la sala de sorteos fue firmado por el escribano Miguel Ángel Alvarenga y el funcionario Roberto Picco, entre otros auxiliares. Para este especial acontecimiento apareció a la cabeza el 973 (el hospital), y lo hizo en la segunda extracción del bolillero instalado entonces en Canal 12, ubicado en calle La Rioja 151. Fue así que quedaron en la historia los siguientes números: 2) 117, 3) 113; 4) 340; 5) 702; 6) 272; 7) 433; 8) 610; 9) 306 y 10) 862.
A las 19.35 de ese memorable día comenzaron a girar los bolilleros y doce minutos después se dio por finalizado el acto, con la presencia de niños cantores y auxiliares ayudantes. Los protagonistas eran hijos de empleados del Instituto que mes a mes se beneficiaban con pequeños obsequios, indumentaria y útiles escolares, como una manera de acompañar a los padres en el crecimiento y en la educación de los chicos.
Cambios constantes
A partir de 1987, en los inicios de la gestión de Daniel Azar, comenzaron las primeras transmisiones televisivas de los sorteos. Hasta ese momento se lo podía escuchar por LT4 Radiodifusora Misiones. La incorporación de las primeras niñas cantoras data de esa época. Surgieron mediante una propuesta de la Agencia de Modelos de Laura Horsch, que facilitó un book de las jovencitas. Luego se hizo cargo de la selección, una productora de Posadas y, más tarde, una de Leandro N. Alem, para continuar con un casting que el propio IPLyC realizaba cada tres meses.
Durante la gestión de Adolfo Safrán, el género masculino, volvió a formar parte de los bolilleros en ocasión del lanzamiento de la Quiniela Misionera La Primera Matutina. Pero fue por poco tiempo. Con el retorno de Eduardo Torres al frente del Directorio, las niñas cantoras volvieron a ocupar los espacios en los cuatro sorteos que diariamente ofrecía la Quiniela.
Como parte de la Responsabilidad Social Empresaria (RSE), a mediados de 2015 se incorporó a la primera chica trans, a dos integrantes de la comunidad Mbyá Guaraní y a un grupo de jóvenes con capacidades diferentes.
En julio de 2018, durante la gestión de Héctor Rojas Decut, se inauguró la moderna sala de sorteos, con siete bolilleros automáticos dotados de tecnología de última generación, ubicados en el subsuelo de la Torre IPLyC Centro. Este novedoso sistema, único en su género, fue diseñado por la empresa ACRILPAL S.A. y reemplazó a los bolilleros utilizados durante los últimos 25 años. Funcionan sin intervención de un operador en la carga de datos, permitiendo la elaboración del extracto y del acta de sorteo sin errores.
Si bien la política del Instituto era continuar con la labor de los Niños Cantores, con la llegada de la pandemia, hubo que adecuar la situación al contexto global y suspender los sorteos a lo largo de 43 días. El aislamiento social preventivo y obligatorio para evitar el contagio hizo que los bolilleros se manejan de manera automática hasta la actualidad. Y pronto, el sorteo cuántico introducirá nuevos y profundos cambios en la forma en que se realiza el sorteo.