Las consultoras privadas estiman una inflación en torno al 11% para agosto, producto del impacto de la devaluación en los precios y la incertidumbre política luego de las Paso. La aceleración del IPC, que se dio sobre todo en la segunda mitad del mes, dejó un piso alto para septiembre. Así es que los analistas ya anticipan que este mes, producto del “efecto arrastre”, la inflación podría volver a rondar los dos dígitos. Y, si bien las medidas adoptadas por el Gobierno podrían contener parte de los aumentos, hacia adelante advierten por otros factores que sumarán presión a los precios.
Por caso, según resumieron desde la consultora C&T, “los precios ya venían mostrando una aceleración desde la segunda quincena de julio, pero hubo un cambio adicional en la dinámica luego del salto de todos los tipos de cambios el 14 de agosto”. “Esto hizo que, comparando la última semana del mes contra la misma de julio, se verifique un alza de 14,7%, muy superior al dato promedio del mes, y que deja un arrastre de 5% para septiembre”, explicaron desde la firma.
“Para septiembre esperamos un segundo mes con inflación mensual de dos dígitos”, resumieron por su parte desde Ecolatina, y detallaron: “El arrastre de la segunda quincena resultante del shock que significó el sorpresivo resultado de las PASO, junto con un elevado pass-through del reciente salto discreto del tipo de cambio oficial y la agudización de la incertidumbre que trajo aparejada este cambio de escenario, implicarán que la dinámica de aumentos de precios se mantenga elevada e inestable”.
En ese sentido, desde la consultora señalaron que “los riesgos al alza son muchos, teniendo en cuenta una inercia que se consolida en pisos más altos, la inestabilidad que genera la ausencia de anclas, la escasez de divisas, la inexistencia de un plan integral para bajar la inflación, la distorsión de precios relativos y la falta de confianza del Gobierno para coordinar expectativas en medio de la incertidumbre que genera el panorama electoral actual”.
“Por estos motivos, más allá de alguna moderación en los registros de la segunda quincena de septiembre, estimamos para 2023 un piso de inflación del 160%, sujeto al devenir de los acontecimientos políticos y económicos de las próximas semanas”, resaltaron desde Ecolatina.
Por su parte, Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso, aseguró: “Para septiembre, nuestras proyecciones son que el IPC se situará en el intervalo del 8,5% al 10,0%, marcando el segundo mes consecutivo en el que el índice estará rondando los dos dígitos en términos mensuales”.
“El aumento registrado en el IPC durante agosto genera un efecto arrastre superior a los 4 puntos para el índice de septiembre. Asumiendo que no hay otros shocks como en agosto, la dinámica de inflación subyacente ya nos acerca a los dos dígitos. Aunque los congelamientos de precios que dispuso el Gobierno, que incluyen a combustibles y transporte entre otros, ayudarán a moderar transitoriamente el índice. Pero a expensas de seguir acumulando inflación reprimida”, subrayó Marí.
Inflación y consumo masivo
El efecto de la devaluación del dólar oficial se sintió especialmente en muchos productos de consumo masivo, que tienen un impacto directo en la canasta básica. Al respecto, Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market, señaló que “la aceleración en la variación de precios llevó aumentos de hasta el 20% en varias categorías de consumo masivo en agosto”.
“El impacto fue inmediato en los últimos 15 días en los bolsillos de los argentinos, con una caída en las ventas en bocas de cercanía de hasta 500 m2 del 18%, con mayor impacto en alimentos, cuidado personal, y limpieza”, resaltó el analista.
Al proyectar cómo puede evolucionar la inflación en los próximos meses, Di Pace analizó: “El Gobierno levantó las dos únicas anclas que tenía para desacelerar la inflación en los próximos meses, que eran los salarios y el crédito. Este plan de expansión monetaria vía intento de mejora de los ingresos de los jubilados, pensionados, planes sociales con expansión del crédito, llevará a un incremento del déficit fiscal y el cuasi fiscal que remunera actualmente $1,8 billones por meses. Es decir, que el alivio temporal será de muy corto recorrido para tener un mayor aumento de la variación de precios en los meses de octubre, noviembre y diciembre”.