El Gobierno aumentó el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias que rige desde este mes, además de los cambios en las escalas con retroactividad a enero de este año para aliviar el bolsillo de los trabajadores. ¿Pero qué impacto tiene en los salarios? Un informe del IARAF (Instituto Argentino de Análisis Fiscal) intentó explicarlo.
Según sostiene el IARAF, «en un contexto de normalidad y relativa estabilidad, este ajuste anual sería suficiente». Sin embargo, con la inflación que enfrenta la Argentina, si los parámetros de cálculo no se ajustan, provoca que cada vez más trabajadores queden alcanzados por el tributo.
Según sostiene el IARAF, de no haberse dispuesto ese ajuste, un trabajador que en enero estuviera apenas por encima de los $405.000, terminaría 2023 pagando impuesto a las ganancias equivalente a un 11% de su ingreso neto, mientras que con el cambio actual sólo terminará tributando el 2,8% (no queda absolutamente excluido toda vez que en algunos meses anteriores a las actualizaciones dispuestas habrá quedado alcanzado).
Ganancias: cómo quedan los salarios con los cambios
Los ajustes fueron el aumento del 100% de los niveles de ingresos brutos que cuentan con la deducción adicional plena (que quedó fijada en $700.875, caso 1) o parcial y decreciente ($808.341, caso 2), y un ajuste del 35% en los topes de los tramos de escala, sin modificar en absoluto los mínimos y deducciones generales que pueden computar el común de los trabajadores.
Ahora bien, así como la actualización del valor de salario bruto que permiten aplicar la deducción adicional total (caso 1) se muestra eficaz para mantener a la mayoría de los trabajadores fuera del impuesto, las otras medidas reducen poco el crecimiento de las alícuotas efectivas que sufrirán los trabajadores alcanzados por efectos de nominalidad y no por un crecimiento de sus ingresos reales.
Así, en el caso 2 ejemplificado, que permite computar parcialmente la deducción adicional, la distorsión por el incremento en la tasa efectiva se reduce a la mitad. En los demás casos (que no experimentan ajuste alguno en sus deducciones), el efecto del ajuste en los tramos de escala reduce muy marginalmente el crecimiento de presión tributaria que experimentarán.
En el gráfico 1 se presenta la estructura de alícuotas efectivas tanto para la situación previa a los cambios como para la posterior. Es decir que se compara la alícuota efectiva que los trabajadores hubieran tenido sin las modificaciones realizas versus las que tendrán en función de los cambios implementados. Puede apreciarse que las mayores diferencias se concentran en los casos 1 y 2, es decir en aquellos trabajadores que en enero de 2023 tenían un sueldo bruto mensual de $405.000 y $500.000, respectivamente.
«La inflación deteriora los parámetros reales del impuesto y por esa vía aumenta las alícuotas efectivas. Los recientes cambios disminuyen estas últimas, siendo mayor la caída en los casos de sueldos más bajos», concluye el IARAF.