El Gobierno nacional oficializó este lunes la prórroga de la última edición del Programa de Incremento Exportador (PIE V) hasta el 25 de octubre, aunque con cambios respecto al proceso de liquidación de divisas y con la posibilidad de incluir nuevos productos a la medida.
Así lo hizo a través del Decreto 492/2023 publicado en el Boletín Oficial, con el que el Poder Ejecutivo extendió la duración del también denominado «dólar soja 4», que se puso en marcha el 5 de septiembre y que debía finalizar el sábado pasado.
Si bien se trata de una prórroga, el Ministerio de Economía incluyó algunos cambios en la modalidad de liquidación, ya que elimina el concepto de «libre disponibilidad» del 25% de las divisas por parte de los exportadores, vigente hasta el momento.
De esta manera, la nueva normativa deja sin cambios la obligación de ingresar el 75% de los dólares el Mercado Libre de Cambios (MLC), pero lo exportadores deberán con el restante 25% «concretar operaciones de compraventa con valores negociables adquiridos con liquidación en moneda extranjera y vendidos con liquidación en moneda local».
Según explicaron desde el sector exportador a Télam, esto implica ingresar ese porcentaje restante al tipo de cambio Contado con Liquidación (CCL), práctica que durante la primera etapa de este PIE se realizaba para poder generar una mejora en la capacidad de pago de la industria para aumentar los precios ofrecidos al productor.
Además. la normativa dispuso que «la fecha de liquidación de las divisas y el pago de la suma en concepto de adelanto de los derechos de exportación deberán efectuarse en un plazo que no podrá superar el 20 de octubre de 2023, inclusive».
«A estos efectos, deberá considerarse como base imponible al monto que surja de las divisas ingresadas y negociadas de conformidad con lo indicado en el artículo 3º de este decreto», indicó el escrito.
Otro punto importante es que podrían incluirse otras mercaderías en esta nueva etapa del PIE V, más allá de las posiciones arancelarias que integran el complejo sojero.
«Amplíase, de manera extraordinaria y transitoria, el PIE creado por el Decreto 576/2022, restablecido en último término por el decreto 443/2023 y prorrogado por el artículo 1º de la presente medida, para aquellos sujetos que hayan exportado, en algún momento de los 18 meses inmediatos anteriores a la entrada en vigencia de este decreto, las mercaderías comprendidas en la Nomenclatura Común del MERCOSUR (NCM) que, a estos efectos, determine el Ministerio de Economía, a través de la Secretaría con competencia en la materia», reza el artículo 5° de la norma.
Esta posibilidad fue adelantada por el director general de Aduanas, Guillermo Michel, el sábado pasado en declaraciones radiales.
«Se analizarán qué partidas arancelarias tienen saldos exportables y que no generen un impacto inflacionario en el mercado local. En el caso de la soja, hay un volumen importante que todavía está pendiente de liquidación y que seguramente se va a liquidar, lo cual nos va a permitir seguir con la acumulación de reservas«, señaló Michel.
Con respecto a los resultados obtenidos hasta la fecha, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) indicó que el volumen comercializado hasta el viernes pasado alcanzó los 5,1 millones de toneladas, de los que 4,7 millones correspondieron a nuevos contratos realizados en el mercado del Programa, mientras que los restantes 1,5 millones fueron fijaciones de precio de mercadería entregada con anterioridad.
La fecha de liquidación de las divisas y el pago de la suma en concepto de adelanto de los derechos de exportación deberán efectuarse en un plazo que no podrá superar el 20 de octubre de 2023
En cuanto al ingreso de divisas por parte del sector exportador, la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC) informaron que durante septiembre fueron US$ 2.045 millones.
Respecto a cuánta soja todavía resta comercializar, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó un volumen cercano a los 3,9 millones de toneladas.
Este cálculo contempla la producción de y la variación de stocks estimada para la campaña, es decir, la diferencia entre el stock inicial y el final de la 2022/23.
Es decir, de los 23,4 millones de toneladas de grano argentino que se consumirían en la campaña, producto de una cosecha de 20 millones de toneladas y 3,4 millones que se arrastraban de las campañas previas, ya se han comercializado 14,9 millones de toneladas.
«Considerando que se estima que 4,7 millones de toneladas serán utilizadas como semilla, balanceados y otros usos, la soja disponible para comercializar se estima en las mencionadas 3,9 millones de toneladas», indicó la BCR.