Lejos de ceder, los manifestantes se enfrentan a la Policía Nacional, mientras aumentan las filas de todo tipo de vehículos para cruzar el puente San Roque González de Santa Cruz desde la ciudad paraguaya de Encarnación a Posadas.
Las protestas de los paseros tienen que ver con la prohibición de mantener la fila de vehículos sobre el viaducto generando una carga estática que pone en riesgo la seguridad y ha sido exigida por la Argentina, país que además de construir el puente es el que se encarga de su mantenimiento a través de la Dirección Nacional de Vialidad.
Los manifestantes argumentaban que si se deja la carga estática se facilita el pasó a Posadas, lo que no es así, ya que las largas filas en espera se mantuvieron cuando Paraguay desoyó la demanda de seguridad de la Argentina. Y la formación de largas esperas tuvieron y tienen que ver con la falta de infraestructura en el acceso al Puente del lado paraguayo, incapaz de agilizar el cruce. Situación que favorece a quienes cobran a los automovilistas para sortear las filas.
Quienes transitan el viaducto hacen notar que mientras los vehículos con patente paraguaya van y vienen a diario, los que tienen patente argentina son los que sufren las mayores demás, muy a pesar de las directivas de las autoridades paraguayas para que se agilice el paso de los vecinos.