Por cierto, el actual es un momento difícil para la economía del país, para las empresas, los productores, los trabajadores, las familias en general. No hay un solo indicador objetivo que sea positivo, ni hay sector alguno que se haya beneficiado en el primer semestre ni en el comienzo del segundo semestre. La “esperanza” que no tiene sustento en datos objetivos y es la respuesta individual que dan quienes votaron a este presidente –incluidos empresarios- no alcanza para mitigar los efectos adversos y mucho menos para enderezar el rumbo o ver alguna lucecilla al final del largo túnel.
Y no se ha equivocado el presidente Javier Milei cuando en su último discurso de los insultos afirmó que en el mundo se ve este “milagro” pero “los argentinos no lo ven”. No dijo algunos argentinos, sino “los argentinos”, acaso inadvertidos por los encuestadores.
En tan difícil contexto Misiones busca salidas, apelando a herramientas que se mantienen en pie como los créditos para la producción agraria, buscando mitigar las medidas que van contra los pequeños y medianos plantadores, emprendedores, empresarios. Al mismo tiempo que gestiona a nivel nacional correcciones federales para coparticipaciones perimidas en el tiempo, con sus pares del Norte Grande. La región con la que el país mantiene una deuda histórica, reconocida pero no saldada.
No son, sin embargo, las únicas políticas públicas que Misiones lleva adelante en favor de la producción y el desarrollo provincial. Hay una gran apuesta a la producción sustentable, amigable con el ambiente, que supone la erradicación de los agroquímicos, tóxicos para las personas, el ambiente y los suelos.
La Provincia tiene una dolorosa historia vinculada a la producción tabacalera que busca dejar atrás para siempre. Claro que en el empeño se encuentra con las grandes multinacionales de la producción industrial y los Monsantos, que apelan a quebrar esa voluntad con todo tipo de recursos, una y otra vez. Y tienen medios con qué hacerlo.
Por eso fue para Misiones una alegría escuchar a la prestigiosa primatóloga Jane Goodall, cuando en su reciente visita ha elogiado la política ambiental de Misiones, el avance a nivel nacional y mundial que significó la Ley de Protección de Bioinsumos. La preservación de la biodiversidad, dado que el 51% del país reside aquí en la flora y fauna misionera y llega al 80% en el caso de los anfibios, destaco y ponderó Goodall. Su conferencia se llamó “Razones de esperanza”, basándose, claro está, en indicadores objetivos.
Y esto decía el gobernador Hugo Passalacqua: “Fue un orgullo recibir en Misiones a Jane Goodall, una voz mundial en la defensa de la biodiversidad. Su charla nos recordó la importancia de proteger nuestra Selva Misionera, un tesoro natural que debemos preservar para las futuras generaciones.
“Con su sabiduría, nos motiva a seguir fortaleciendo nuestras políticas de conservación, para que nuestra flora y fauna sigan siendo nuestro mayor legado”.
Es que Passalacqua fue quien entregó a Goodall la declaración de huésped de honor de Misiones, y su enorme contribución a la humanidad. Passalacqua es quien desde el Poder Ejecutivo lleva a cabo las políticas que se fundamentan en legislaciones que tiene por autor al ex gobernador y diputado provincial Carlos Rovira, cuyo legado en la presidencia de la Cámara de Representantes hoy está a cargo del también ex gobernador Oscar Herrera Ahuad. La adhesión de la población a estas políticas públicas y a estos dirigentes se ha manifestado una y otra vez en las urnas.
De modo que las grotescas operaciones de las multinacionales para desviar voluntades de los más vulnerables –léase plantadores- no hacen más que estrellarse con la firme determinación de no dar un paso atrás. Es más, ni hubieran imaginado que esa determinación hasta fue capaz de hacer una excepción con los plantadores a quienes habían obligado al uso de agroquímicos por contratos vinculados a la venta de la producción. Se les hizo lugar por una medida adoptada por Passalacqua, porque la intención última es siempre fortalecer la producción, acompañar al colono, Exceptuarlos no significa, y quedó expresamente dicho, abandonar la política ambientalistas del bioinsumo. Así de claro.
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— Jorge Kurrle (@jorgekurrle) August 18, 2024