La distancia que existe entre Buenos Aires y Triple Frontera en Iguazú son de alrededor 1249 kilómetros, los cuales Diego Pozzo caminó junto con su carretilla y logró cumplirlos en 52 días de viaje, bajo el sol, lluvia y calor extremo.
En Cadena de Noticias, este viernes participó el joven que es tendencia en las redes sociales debido a la travesía la cual se embarcó el pasado 5 de octubre, el viaje pasó de ser uno de placer a ser un reto y un desafío personal del muchacho, que documentó su viaje por redes sociales y logró inspirar a los argentinos a que lo acompañen virtualmente en su travesía.
Pozzo trabaja en un inmobiliria en Córdoba, pero el es de Buenos Aires por esta razón es que comentó que estaba acostumbrado a los viajes, y que en realidad su objetivo principal era recorrer el país a dedo y en modo mochilero, sin embargo se dispuso primero la meta de ir en dicha modalidad de viaje a Misiones.
Cuando llego a Buenos Aires, fue cuando decidió empezar su desafío, sin embargo refirió que hubieron tres intentos de salir hacia la meta, pero siempre se le rompía su carretilla, «la que tuvo éxito fue la tercera, salí entonces de forma definitiva el 5 de octubre» señaló que las veces anteriores a los pocos kilómetros la carrilla se veía afectada y tenía que volver a su casa.
Afirmó que se decidió por Misiones porque primeramente el viaje estaba planificado para que sea en invierno, y buscaba un destino que fuese cálido, por ello se decantó por la Tierra Colorada.
«Las cosas pasan por algo, por algo fue misiones por algún mensaje que tenía que dejar» aseguró en el programa
Diego señaló que la mayor dificultad fue justamente el clima, además que por fechas cuando estaba entre Corrientes y Misiones, lo agarró las intensas lluvias que se registraron las fechas, aseguró que fueron dos horas y medias de tormenta y luego un calor y humedad extrema, «llegue al lugar donde iba a dormir totalmente seco».
La caminata del joven duraban entre 12 a 13 horas, descansaba por 4 horas y cuando amanecía a las 5.30 volvia con su desafío.
Es que, debido a la documentación de su reto, mucha gente se inspiró y decidió seguir en su travesía y asistirlo en caso que necesite algo.
Cabe destacar que el joven bajo alrededor de 8 kilos de su peso, ya que debido coordinar bien el momento de la comida para no interrumpir su travesia y que el viajero es vegano.
A un ritmo seguro, intenso y audaz es que el joven logró su cometido, sin buscarlo directamente se volvió una figura de disciplina y perseverancia para el país y especialmente para el NEA.