En un mundo cada vez más digitalizado, los libros físicos mantienen una posición de preferencia entre los lectores, desafiando la tendencia hacia lo digital. Para muchos, la experiencia de sostener un libro impreso va más allá de la simple lectura; es una conexión tangible con el conocimiento y la cultura.
Matías Scarabotti, propietario de la librería «Tras los Pasos», compartio la mesa con Luciana Amado en el programa «Espacio Wellness» y enfatizó sobre la conexión que surge con la literatura: «Los libros físicos tienen un valor emocional que los digitales no pueden replicar. Es como tener un pedazo de historia en tus manos».
Esta preferencia por lo físico se extiende a todas las edades. la conductora Amado una lectora frecuente de la librería, señaló: «Me encanta la sensación de pasar las páginas y ver el progreso que hago en un libro. Es una experiencia que el libro digital no puede ofrecer».
Además del aspecto emocional, los libros impresos ofrecen beneficios prácticos. Scarabotti comentó: «Muchos clientes prefieren los libros físicos por la facilidad de uso. No necesitas batería ni conexión a internet para leerlos. Son confiables y siempre están ahí, en tu estantería».
Esta fiel relación con los libros impresos también tiene un impacto en la concentración y el disfrute de la lectura. «Cuando leo un libro físico, me desconecto del mundo digital y me sumerjo completamente en la historia», comparte Scarabotti, otro lector habitual. «No hay distracciones de notificaciones o emails».
Incluso los niños muestran una inclinación natural hacia los libros físicos. Scarabotti mencionó «En nuestra librería, vemos que los niños se sienten atraídos por los colores y las ilustraciones de los libros impresos. Es parte de su aprendizaje y desarrollo».
A pesar de las ventajas de la tecnología, como la portabilidad y la accesibilidad instantánea, la comunidad de lectores sigue valorando el formato físico por su durabilidad y la experiencia sensorial que ofrece. «Los libros físicos tienen un aroma, una textura, una presencia que los digitales no pueden igualar», remarcó Scarabotti.
Este apego a lo físico no es solo nostalgia, sino una elección consciente que resalta la perdurabilidad y la conexión emocional que los libros impresos proporcionan. En un mundo que avanza hacia lo digital, los libros físicos siguen siendo un refugio para aquellos que valoran la autenticidad y la experiencia única que solo un libro tangible puede ofrecer.