Por Fernando Retamozo. Politólogo y Periodista.
El Presidente dejó inaugurado el 142 período de sesiones ordinarias del Congreso Nacional llamando a realizar un “pacto de mayo” con los gobernadores. Un pacto implica un diálogo y no un esquema de adhesión, por lo tanto, debería existir puntos de unión entre gobierno central y las provincias, por otro lado, en el discurso no hubo un anuncio con medidas paliativas ante el ajuste fiscal, para los sectores medios que trabajan.
El país necesita hace años un gran acuerdo nacional, su propio “pacto de la Moncloa”, que lleve a una reforma estructural, pero la misma debe tener efectos concretos en el desarrollo y crecimiento de la nación, no debe ser un conjunto de principios generales con los cuales podría ser fácil concordar, sino un cúmulo de políticas públicas estratégicas construidas sobre acuerdos parlamentarios federales que cimienten las bases de una Argentina moderna.
Tras varias semanas de tensión con distintos sectores de la política nacional, Javier Milei a través de su discurso de apertura de sesiones ordinarias en el congreso, convocó a los gobernadores a firmar un pacto de diez puntos, aunque para llegar a esta instancia deberían firmar antes el paquete de reformas contenidas en la ley Ómnibus y el DNU impuestas por él.
El pacto sería como una versión low cost de ley ómnibus y es una forma de buscar ayuda sin dañar su ego, ya que claramente aún no encuentra la manera de llevar adelante lo que prometió en campaña, por más que a algunos fracasos, como la vuelta a comisión de la ley ómnibus, los describa como premeditados.
Igualmente, el pacto habría sido un buen comienzo de gestión sin las imposiciones previas, hubieras comenzado por ahí Javier.
Ahora bien, en su discurso no hubo anuncios con medidas paliativas ante el ajuste fiscal para los sectores medios que trabajan, ni para los empresarios, solamente un puñado de buenas intenciones, aplaudidas por los fanáticos desde las tribunas quitándole solemnidad al acto, lo cual lo asemeja mucho a las tertulias kirchneristas.
En ese marco, la Renovación en Misiones alcanzó con éxito el principal punto de los principios propuestos por Milei, que es el equilibrio fiscal, que esta instaurado a fuerza de ley en la Tierra Colorada, para evitar y prohibir endeudamiento, fomentando el desarrollo sano de la economía y el estado inteligente que gasta o invierte en sus funciones esenciales.
Por ello, el modelo Misionerista se diferencia del resto del país y es el reflejo de lo que quiere hacer el presidente a nivel nacional. Ya que, la Renovación no solo pagó las deudas de los 90s´ tomadas por Puerta, sino que nunca más se endeudó, instrumentando un equilibrio quirúrgico en el manejo de los recursos.
Espectacularización de la Política
El politólogo estadounidense Murray Jacob Edelman decía en su libro “La construcción del espectáculo político” que, “la espectacularización de la política arrasa con toda la política, convirtiéndola en puro espectáculo teatral, donde la representación de eventos y el montaje de artefactos mediáticos seductores prevalecen sobre el debate racional acerca de la res pública”.
En este sentido, Santiago Caputo el asesor de Javier Milei, entiende y aplica esto mejor que nadie, desde las peleas con famosos por Twitter, hasta la elección del horario prime time en la televisión para emular el formato del state of the union (SOTU) estadounidense, así como también la selección de la tipografía usada en el texto del pacto del 25 de mayo, la cual se llama American Scribe (escriba estadounidense), que es la letra manuscrita de Timothy Matlack, quien hizo la versión más conocida de la declaración de independencia de los Estados Unidos. Estas, entre otras herramientas de comunicación política, son utilizadas para tener el control de la agenda, evitando así hablar de los docentes, la inflación o de los vaivenes en el Congreso.
Javier Milei lleva 83 días de gestión y faltan 83 días para el 25 de mayo fecha elegida para el pacto ¿casualidad?
Para terminar, queda por preguntarse por cuanto tiempo será efectiva esta manera de gobernar, si la realidad no lo acompaña.