El Complejo Alhambra en Posadas ha sido sede de un exitoso ciclo de clases de Zumba, a cargo de Florencia Lafuente, instructora con amplia experiencia en la disciplina. Las clases, que se dictan los lunes y miércoles a las 19:00 horas, han experimentado un creciente interés entre los vecinos de la ciudad. Según Lafuente, la respuesta del público ha sido tan positiva que se baraja la posibilidad de abrir un nuevo horario. «Estamos casi con el cupo completo, quedan algunos pocos lugarcitos», comentó la instructora sobre la alta demanda.
El sistema de Zumba se caracteriza por ser un programa accesible para personas de todas las edades y niveles de habilidad. «Zumba tiene algo que hace que, además de trabajar y hacer un esfuerzo físico, también se socialice, se divierta, se cante, se ría y se conozca gente», explicó Lafuente. Esta combinación de ejercicio, música y interacción social es uno de los factores que, según la instructora, hace que las clases sean tan atractivas para los participantes.
Florencia también destacó el enfoque integral de Zumba, que incluye ritmos variados y ejercicios de alta y baja intensidad. «Zumba tiene muchos ritmos con mucha música y mucha alegría. No es solo una clase de ritmos latinos, sino que tiene un sistema en el cual se alternan distintos ritmos», explicó la instructora, destacando que la variedad de géneros y estilos mantiene el interés de los participantes. «A veces suena más uno, menos otro, pero siempre se busca que todos disfruten y se diviertan», agregó.
La profesionalización de la actividad es otro aspecto que Lafuente enfatizó durante la entrevista. Aseguró que, para poder enseñar Zumba de forma certificada, es necesario estar registrado en el programa oficial y recibir capacitación continua. «Zumba tiene una certificación, uno toma el curso y luego, como miembro del programa, recibe capacitaciones mensuales con nuevas canciones y clases que uno puede adaptar», comentó Lafuente sobre la formación que los instructores reciben para garantizar la calidad del servicio.
El espacio en el que se dictan las clases también fue señalado como un factor clave para el éxito de las mismas. «Los salones del Complejo Alhambra son hermosos, con pisos de madera, lo cual es importante porque, cuando se hace alta intensidad, uno salta y corre», indicó Florencia. A la comodidad del lugar se suma la atención personalizada que cada alumno recibe, haciendo que las clases sean aún más atractivas para los participantes.
Con el objetivo de seguir mejorando la oferta, Florencia anticipó que podría haber cambios en los horarios para adaptarse a la demanda. «Estamos casi a full con los cupos, pero si sigue la demanda, podríamos abrir otro horario para el verano», aseguró la instructora. Mientras tanto, sigue invitando a todos los interesados a unirse a las clases de Zumba, resaltando que la actividad no tiene restricciones de edad ni de experiencia previa.