La participación de los candidatos a suceder a Alberto Fernández en el Sillón de Rivadavia mostraron algunas de sus cartas, en forma mezquina sin arriesgar demasiado y recurriendo a lo que tenían a mano para no espantar votos.
Entre todos los que participaron del debate realizado en la ciudad de Santiago del Estero, establecido por ley, la que tuvo un comportamiento errático fue la candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich. Sin profundizar en lo que sería su programa económico, rubro que no es su fuerte, la ex funcionaria de Fernando de la Rúa, por aquellas casualidades, hizo recordar al ex Presidente de la Alianza cuyo mandato terminó trunco, con una grave crisis económica y enfrentamientos que dejó varias víctimas fatales.
En aquel todos contra todos (primera parte) que se produjo el último domingo hubo pases de facturas a diestra y siniestra.
El verborrágico e hiperkinético candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, la acusó nada más y nada menos de ser una «tira bombas» en su paso por la organización Montoneros. Y no se quedó ahí, le enrostró colocar artefactos explosivos en jardines de infantes.
La débil participación de Bullrich dejó perplejos a sus seguidores, tanto del país central como de las provincisa que, como Misiones, tiene entre sus luchas pujar por una Argentina más federal. Y hablando de la provincia, no hubo atractivos entre su mensaje para rubros tan importantes del andamiaje productivo. Hasta el el sector comercial que suele tener preferencias por cuanto candidato presente Juntos por el Cambio, sea de la extracción política que fuere, así se trata de la UCR como del PRO o en la mezcla de ambos espacios políticos, unidos por el espanto de no perder posiciones.
Así las cosas, la funcionaria de De la Rúa que no tuvo mejor idea que, para salvar la ropa de su gobierno, recurrir a manoteos en las cajas jubilatorias, recortándole un 13 por ciento de sus magros ingresos. Hay que recordar. Porque el 2001 parece tan lejano pero aquella grave conducción política – económica dejó secuelas cuyos efectos todavía perduran, mal que mal.
Sin propuestas concretas y viables para las economías regionales, Bullrich hace agua. Y es entonces que va bajando entre las preferencias electorales.
Por eso no sorprende que la opción para octubre mirando a noviembre sean dos de los principales candidatos que pugnan por colocarse la banda presidencial y tomar en sus manos el ansiado bastón de mando: Javier Milei y Sergio Massa. Ambos, lo dicen todas las encuestas dadas a conocer por Consultoras que están a full con sus informes, serían los contendientes en una segunda vuelta. Abriendo así la puerta para la vuelta al pasado de la titular del PRO.
Es que con solo la voluntad no alcanza. Y hasta tiene resistencia en su propio espacio. Algo que ya se veía en la campaña pre PASO donde si bien pudo superar al Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, no pudo contar con el acompañamiento concreto del ex presidente Mauricio Macri. Para colmo de males, éste ya fue tentado por Milei para formar parte, de alguna manera, de un hipotético gobierno de La Libertad Avanza.
La diáspora no solo sucedería entre las filas del PRO sino que también entre las huéstes del radicalismo, partido que prestó su territorialidad a los intereses del macrismo y lograr la Presidencia en 2015.
En Juntos por el Cambio, hay que decirlo, el desencanto sería generalizado. Es que las posibilidades de llegar a la segunda vuelta de su candidata se licúa con el correr de las horas. Y no creen que tal presentación del domingo pueda ser revertida en el segundo debate en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Bullrich está enfrascada en hacer gala en un solo tema, la seguridad pero nada más. Y hasta ahí. Porque cada vez se va perdiendo en su propio laberinto llevada por un estilo confrontativo sin definiciones concretas no seduce.
Entre Milei y Massa será la verdadera disputas el domingo 22 de octubre. Así lo predicen todas las encuestas dadas a conocer hasta ahora. Lo que lleva a suponer, también en el caso de Misiones, que los votos que consiguió Bullrich en las PASO de agosto se irán para uno u otro de sus contendientes.