En el barrio Nueva Esperanza, de San Javier, más de 30 familias conviven diariamente con el servicio deficiente de energía eléctrica que provoca quemaduras de aparatos electrodomésticos, e insuficiencia de tensión en sus hogares.
Hace más de ocho años, cuando se construyeron las viviendas, la empresa de Energía Misiones, realizó el tendido denominado «provisorio», ya que en corto tiempo debían reemplazar el cableado y el pequeño transformador que instalaron.
«Estuvimos en el barrio convocados por un grupo de familias muy preocupadas porque presentaron innumerables notas reclamando que Emsa termine la obra y mejore el tendido eléctrico, que los condena a vivir precariamente, limitando sus posibilidades, y ocasionando perjuicios económicos a raíz de aparatos que se deterioran, se queman, además de la imposibilidad de desarrollar emprendimientos en el barrio», expresó el diputado Martín Sereno, del bloque parlamentario Tierra, Techo y Trabajo.
Agregó que desde su espacio político están comprometidos en acompañar a los vecinos y vecinas en su reclamo y visibilizar la problemática, por lo que inició las gestiones ante la presidenta de la empresa, Virginia Kluka, quien se comprometió a enviar un equipo técnico del Programa Acceder para mejorar el tendido.
Sereno además presentó un proyecto de comunicación a la Legislatura provincial donde planteó al gobierno provincial, una solución. «Pedimos que gestionen de manera urgente un nuevo tendido eléctrico, con capacidad acorde a la cantidad de usuarios que brinda el servicio para familias de Nueva Esperanza, ya que el 95% tiene los pilares correspondientes», sostuvo.
«Somos usuarios con derechos que no se cumplen»
En el barrio, todos los testimonios dan cuenta del problema, para Maximiliano Sicris, es imprescindible el cambio del cableado de la línea principal que cuando se construyeron las viviendas, fue una obra provisoria.
«Hicimos todos los reclamos posibles porque nos preocupa que por esos cables finitos, se quemaron muchos artefactos. Me pasó de estar soldando, que baje la tensión y se arruine todo, lo mismo pasa cuando vuelve la luz y no tener regulación de voltaje», se quejó.
En estos años no tuvieron respuestas, a pesar de las notas dirigidas a Emsa y al actual intendente, Matias Vilchez (FR), firmada por todos los vecinos, las últimas fueron presentadas hace seis meses. «Somos usuarios con derechos que pagamos nuestras boletas de luz y las autoridades deberían darnos una solución», manifestó.
Los reclamos fueron hechos en el Municipio y en la Delegación de Emsa en San Javier, pero las familias están pensando en presentarse en la central de la empresa en Posadas para exigir soluciones en el mejoramiento del servicio.
La vecina, Mónica Da Silva, calificó a la situación como «desesperante», y contó que en su caso, lamentó que se le quemara un freezer que estaba pagando, destinado a su comercio y se vio obligada a cerrar su fuente laboral.
«Tampoco podemos usar el lavarropas automático, ni el ventilador o la estufa en invierno, porque enseguida aumenta la energía y quema los electrodomésticos. Es una situación injusta porque nosotros pagamos todos los meses la boleta. Hace cinco años que vivo en el barrio y esto pasa todo el tiempo.
«Cuando reclamamos, la empresa nos dice que tenemos que esperar hasta que hagan el empedrado y el cordón cuneta. Somos muchas familias, yo le diría a las autoridades de Emsa que harían ellos si tuvieran que vivir tan mal como nosotros», dijo Mónica.
«Pagamos por un servicio que nos perjudica»
Jonatan, otro de los vecinos señaló que en otro sector del barrio Nueva Esperanza, la situación es más grave porque directamente carecen del tendido eléctrico y de la red de agua potable, y esos servicios les llegan gracias a la solidaridad de la comunidad.
«Hace dos años que estoy acá; cuando recién vine con mi familia, mi hermano me pasó una extensión de su cableado y por esto teníamos luz en mi casa, hace una semana me bajaron mi propio medidor por el que tuve que pagar mucha plata, y ahora me encuentro con el que el barrio tiene un tendido deficiente.
«Por eso nos sumamos al resto, y firmamos una nota exigiendo soluciones al intendente Vilchez, y al responsable de Emsa en San Javier».
Este hombre además, decidió armar un merendero en su casa para ayudar con alimentos a los chicos y chicas del barrio, pidió ayuda en el municipio, y le respondieron negativamente por falta de fondos y porque en el barrio ya funcionaba uno.
«Primero eso es mentira porque no hay ningún otro merendero, y aunque hubiera, es mucha la gurisada del barrio, y a veces los padres no pueden comprarle pan ni leche, y esos aportes lo tiene que hacer el área social de la Municipalidad», refirió.