La Cámara de Diputados continúa este viernes, por tercer día consecutivo, con el tratamiento del proyecto de ley «Bases», con voces a favor y en contra de la iniciativa enviada por el Poder Ejecutivo, mientras que el debate de esta jornada se centrará en los cambios incorporados en el capítulo de privatizaciones que, según fuentes parlamentarias, serían votados en general en horas de la tarde.
Se trata de la tercera jornada de trabajo parlamentario tras los incidentes ocurridos el jueves por la noche en las calles adyacentes al Congreso entre las fuerzas de seguridad y manifestantes, en su mayoría de partidos de izquierda, que se oponían al proyecto enviado por el Poder Ejecutivo, lo cual derivó en heridos y al menos ocho detenciones, según lo confirmado por fuentes oficiales.
En la sesión especial se contabilizó un total de veinticuatro horas de debate, entre los dos días desde que empezó el tratamiento el martes, y faltaban todavía un número importante de legisladores en hacer uso de la palabra, a los que se deben sumar los cierres de los jefes de bloques, previo a la votación en general, en la que el oficialismo tenía garantizado el respaldo de los bloques más cercanos al gobierno.
El plenario se inició con la presentación de varias cuestiones de privilegio por parte de diputados de la oposición por los incidentes ocurridos este jueves y cerca de las 11 comenzó el debate en sí de la ley de Bases, con voces a favor y en contra.
Debido a la cantidad de oradores anotados para exponer, la aprobación en general se concretaría esta misma tarde e incluso el diputado nacional Nicolás Massot arriesgó en diálogo con radio Mitre que esa votación podría ocurrir «alrededor de las 17».
En tanto, la votación en particular se estima que se realizaría en horas de la noche o bien de la madrugada, aunque algunos diputados no descartaban la posibilidad de pasar a un cuarto intermedio hasta el martes 6.
Al inicio de la sesión, diputados de Unión por la Patria presentaron cuestiones de privilegio contra el presidente Javier Milei y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por los incidentes en las inmediaciones del Congreso.
Al hacer uso de la palabra, la diputada oficialista Lilia Bolukalo Lemoine, cuestionó a los legisladores del Frente de Izquierda, al señalar que «son militantes del 2% haciendo escándalo. Están arengando a la gente a la violencia» y denunció que fue amenazada de muerte en las últimas horas junto a otra legisladora de la bancada liberatria.
Ante ese planteo, la diputada del Frente de Izquierda Miryam Bregman rechazó los cuestionamientos a su espacio, al considerar que la legisladora libertaria buscaba «la provocación permanente».
«Lejos vamos a estar nosotros de alimentar ese círculo ridículo. No creo que desde lugares más cercanos a la farándula, o disfrazarse nos puedan enseñar nada. Tratemos de bajar un poco este círculo ridículo», acotó Bregman en alusión a las actividades de cosplay de Lemoine.
Por su parte, el presidente del bloque oficialista, Oscar Zago, insitió con pedir a los bloques opositores que «hagan un esfuerzo» para «achicar la lista de oradores».
«Vuelvo a reiterar si en el día de hoy, viendo que hoy es viernes y hay un montón de oradores anotados, tenemos más de 6 o 7 horas más las cuestiones privilegio, quiero pedirle nuevamente a los presidentes de bloque reducir la lista», añadió el porteño Zago.
A modo de respuesta negativa, el presidente del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez, señaló: «No hay que cercenarse ni autoreprimirse» cuando llegue el turno de los oradores de su espacio.
El presidente de bloque de diputados de Hacemos Coalición Federal, Miguel Ángel Pichetto, pidió disculpas por sus dichos de este jueves cuando al momento de rechazar el cuarto intermedio solicitado por el kirchnerismo retó a sus pares que lo aplaudían y los trató de «pelotudos que parece que están en una fiesta», al señalar que ese exabrupto «no fue dirigido a ningún diputado sino a la barra que gritaba» y pidió «dejar el discurso violento».
«Tratemos de jerarquizar esto. Busquemos llegar a esta tarde para votar», exhortó el exsenador nacional.
Pichetto recordó: «El aplauso en el Senado en mi época estaba prohibido, los conflictos de la calle y el discurso violento de la calle no puede venir acá, no quise ofender a ninguno pero los que estaban ahí no debían estar ahí» y dijo que «es el oficialismo el que tiene que achicar el número de expositores para tratar de sacar la ley, tratemos de jerarquizar esto, porque sino la política como valor y la representación del Congreso se caen a pedazos».
Para agilizar el debate, el presidente de la cámara de Diputados, Martín Menem, debió pedir en varias oportunidades a los diputados «no excederse en el uso de la palabra» para buscar aprobar el proyecto en general en este plenario.
Hasta el jueves, el oficialismo contaba con el apoyo de unos 143 diputados para aprobar en general el dictamen de mayoría con el aporte de 38 diputados de La Libertad Avanza, 34 de la UCR, 18 de Hacemos Coalición Federal, 37 del Pro, 9 de Innovación, 2 de Producción y Trabajo, 2 Buenos Aires Libre, 1 de Creo, 1 Avanza Libertad, y 1 Unidad Mendocina.
A lo largo de la jornada también se sucedieron reuniones entre diputados oficialistas y opositores cercanos al gobierno para superar las diferencias sobre seguridad, facultades delegadas y privatizaciones, y a la noche LLA envió un nuevo borrador de modificaciones donde se tomaron algunas sugerencias de los bloques de la UCR y Hacemos.
En ese sentido, La Libertad Avanza propuso eliminar de la lista de privatizaciones nueve empresas estatales que el Gobierno había pedido autorización para su venta en el proyecto de ley Bases y estableció nuevos requisitos con la participación del Congreso para las licitaciones de esas firmas públicas.
Las empresas que no se privatizarán son el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), Casa de Moneda, Dioxitek S.A; Fabrica Argentina de Aviones, Fabricaciones Militares, Radio de la Universidad del Litoral, Servicio de Radio y TV de la Universidad de Córdoba, Vehículo Espacial Nueva Generación, Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio.
En ese borrador que contienen los cambios, el Gobierno mantiene la privatización parcial de Banco Nación, Nucleoeléctrica Argentina y ARSAT, y otras 27 empresas entre las que figuran Aerolíneas Argentinas, Ferrocarriles Argentinos, los medios públicos (la agencia de noticias Télam y RTA), Belgrano Cargas, Empresa Argentina de Navegación Aérea S.E. y Desarrollo del Capital Humano Ferroviario SAPEM, entre otras.
(Fuente: Télam)