José Escalante, su esposa Marta, familiares y amigos de Lucas José Escalante, de 30 años, vinieron a Posadas para denunciar el accionar del personal de la Comisaría de Concepción de la Sierra a quienes acusan por el fallecimiento del joven. «Él entró sano y salió muerto», dijo el padre. Desde la Policía, en tanto, informaron que se hallaba detenido desde el 25 de octubre de este año, en la madrugada del miércoles 13 de noviembre se desvaneció y falleció en una celda de la dependencia policial de la localidad. El Juez que interviene en la investigación ordenó a la Gendarmería que realice las pericias en el lugar.
«Hablé con la comisaria y me dijo que mi hijo tenía el corazón grande siendo que era un chico sano. Cómo es que recién ahora saltó que tenía el corazón grande, si fuera eso iba a reventar en el monte» donde trabajaba, observó Escalante.
En tal sentido, el padre comentó que cuando llegó el cuerpo de su hijo «lo encontramos todo golpeado, rota la nariz, golpes por la espalda, negras las muñecas, el brazo, las piernas, como si fuera que lo ataron».
Escalante manifestó, además, que un compañero de celda del joven y otros testigos les habría contado que su hijo habría sido golpeado. «Lo amarraron con las esposas en la puerta de la celda y le ataron con una cadena los pies, ahí dicen que le daban (golpes) y después lo sacaron afguera, dicen que para llevarlo al médico», relató.
El padre quiere saber si está asentado que lo llevaron al médico. «El que lo atendió a él dijo que le dio una derivación para que lo llevaran al Hospital de Apóstoles porque estaba muy golpeado, muy complicada la situación», refirió.
Escalante acusó a la guardia completa que estuvo ese día en la Comisaría de Concepción de la Sierra.
Según recordó, su hijo habría sido llevado detenido por un conflicto con su pareja. «Pero no hay una denuncia, hay una llamada al 911. Yo lo fui a ver y luego me fui a Buenos Aires. Desde allá yo llamaba y me decían que estaba todo bien», remarcó.
«Queremos una nueva autopsia, esto no puede quedar así. Está todo golpeado», insistió el padre.