Una semana más que injuriosa, con actitudes de parte del Presidente que no tienen antecedentes. El ataque en redes sociales y de palabra contra gobernadores, diputados, sindicalistas, dirigentes sociales, “vistiéndose” como terminator, el robot asesino para eliminar a los que llama “casta”; es decir, a quienes no piensan como él. Realmente de una gravedad institucional, social y política sin precedentes.
Así culminó, en realidad, la semana que estuvo jalonada de “revanchas” presidenciales por la no aprobación de la Ley Omnibus con la que pretendía “refundar” el país llevándose puestas la Constitución y las leyes vigentes que no son de su agrado o bien que no condicen con su “ideología”.
En realidad, había comenzado desde temprano con la búsqueda del “déficit cero”: no envió los recursos debidos a las Provincias, tampoco se hizo cargo de las obligaciones en materia de educación, licuó salarios y jubilaciones, no envió fondos a los comedores comunitarios, a la asistencia a discapacitados. Recortó fondos -y después dio marcha atrás- destinados a grandes hospitales nacionales como el Garrahan. En suma, se quedó con los fondos que no le pertenecían, que tenían destino específico. ¿No es eso malversación de fondos públicos? Tampoco se sabe adónde fueron tales recursos, máxime que se ha seguido emitiendo billetes.
No hubo pagos al Fondo Monetario Internacional y, por el contrario, el FMI volvió a prestarle a la Argentina.
Todo esto es el pantano. Lo no querido, lo impensado. Porque hasta último momento, y aún hoy, se decía y desdecía de sus intenciones.
Frente a esta situación caótica y ruin, en claro contraste aparecen las Provincias gobernadas por mandatarios electos de diferente signo político, que no están dispuestas a ceder ni un palmo. Que demandan sus recursos legítimamente conseguidos: con el trabajo de sus comprovincianos.
Por eso aparece un debatido Pacto de San José de Flores, una supuesta vía para que las provincias cerealeras exporten sus granos a través del Banco de la Provincia de Buenos Aires, que tiene prerrogativas, por su condición de institución preexistente a la Constitución nacional, ratificada por la Suprema Corte de Justicia en los tiempos modernos.
No está claro. sin embargo, que tales prerrogativas alcancen para que ésa sea la forma en la que Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires puedan sortear la negativa de Nación a reconocerles los recursos que les corresponde percibir. “Castigo” del Presidente a los Gobernadores que no apoyaron su Ley Omnibus.
No obstante, hay quienes piensan que la prerrogativa que le permite al Banco Provincia mantenerse exenta al pago del IVA, podría ser un antecedente, una jurisprudencia, en la que pudiera basarse el escape.
Más allá o más acá de esa “salida” acaso si el episodio muestre otra arista del protagonismo que han ido cobrando las Provincias y no están dispuestas a ceder porque, en rigor de verdad, son prexistentes a la Nación y le dan vida a ésta por decisión de ellas y no a la inversa, como han pensado. desde siempre, quienes acceden a la Presidencia de la Nación. Y más si lo hacen con una mayoría de votos que siempre es circunstancial, pero que interpretan como aval suficiente para poner a la Argentina patas para arriba, con gran sufrimiento de su sociedad. Tal está ocurriendo ahora.
Y si las Provincias son el tema. Misiones vuelve a sobresalir con nitidez. Sin alardes, en esta semana que acaba de concluir, ha dado asistencia a la economía provincial, no pensando en números, sino en la gente, en las personas de carne y hueso.
Relanzó los programas Ahora para el regreso de los estudiantes a clases. con alivio en la compra de útiles y libros de estudio. Abrió las mesas de diálogo salarial para convenir reajustes con los empleados del Estado. Habilitó créditos blandos para la compra de hoja a los productores tealeros. No cesó en su gestión de acompañamiento a todos los sectores productivos y empresariales de la Provincia.
Y sobre el fin de la semana ratificó que mantendrá el boleto estudiantil gratuito para todos los niveles de la enseñanza, a poco de que la Nación decidiera eliminar los subsidios a las Provincias para el transporte urbano y suburbano. Con recursos propios, claro. Como con recursos propios se hizo cargo del pago de incentivos docentes, que por ley corresponde afrontar a la Nación.
Nítidos claroscuros en el país: la opacidad de Nación y la claridad de las Provincias (Editorial)https://t.co/8iiifVFO9z pic.twitter.com/AI9rnJrOUC
— Jorge Kurrle (@jorgekurrle) February 11, 2024