En el reciente segmento de Ambiente, Sociedad y Sustentabilidad de Cadena de Noticias, Sonia Weisheim conversó Nicolás Reinsch, conocido por su labor en la conservación y su amor por los animales, ha recorrido el mundo en busca de experiencias que reflejan su pasión. Desde joven, Reinsch mostró un profundo interés por los animales, y recuerda: “Desde muy chico siempre me gustaron los animales, tuve siempre juguetes de animales. Desde chico me llevaban a veterinarias, al museo del Montoya. Nunca fue un capricho, sino que realmente me gustaba y me apasionaba.”
En sus primeros años, Reinsch estuvo influenciado por el profesor Amado Martínez, quien gestionaba un serpentario y un centro de rehabilitación para animales. Según Reinsch, “tenía mucha gente que le gustaba los animales. Él estaba encargado del serpentario y además había, en otro momento, animales como monos y pájaros que se fueron liberando y trasladando.” Este centro desempeñó un papel crucial en su formación como conservacionista.
A lo largo de su carrera, Reinsch ha tenido la oportunidad de viajar extensamente, lo que le ha permitido enriquecer su comprensión sobre la vida animal. Relata: “La posibilidad que tuve de viajar hace varios años a Nueva Zelanda y Australia, donde estuve tres meses, me permitió recorrer un montón de excursiones, desde tiburones hasta animales del desierto y cocodrilos.” Este viaje, realizado hace 12 años, fue un hito importante en su trayectoria.
Recientemente, Reinsch visitó África, una experiencia que describe como única. “Cuando hablas de animales, África es la capital. La experiencia con los animales la disfruté al 100%. Estuve con idas y vueltas 20 días, hay distancias largas y horas arriba de la camioneta buscando animales. No es que caminas y ves animales, está completito.” Este viaje destacó por la inmersión en la vida salvaje africana y la diversidad de la fauna que pudo observar.
Durante su viaje por África, Reinsch también tuvo la oportunidad de conocer la vida cotidiana en las comunidades locales. Comentó: “Recorrimos muchos espacios típicos de Africa. Parábamos a almorzar en lugares muy locales, no adaptados a turistas. Comíamos desde un guiso de pollo con la mano, ya que es una costumbre local. Te lavan las manos en la mesa y después te sirven para comer todo con las manos.”
Reinsch también reflexionó sobre las duras condiciones de vida en África. Señaló: “No nos damos cuenta de lo afortunados que somos al tener agua dulce y lo que produce la escasez. Justo fui en temporada seca, y en los lugares donde no había ríos, la gente carga agua en cualquier charco que puede para tomar, bañarse y dar a los animales. Una cultura que usa el pelo corto por la falta de agua.” Estas observaciones resaltan la dura realidad que enfrentan muchas comunidades africanas y la importancia de conservar los recursos naturales.