En medio de un desplome de las transferencias que reciben desde la Nación, ya sea por la vía automática de la coparticipación a causa de la profunda recesión, o por la vía de los envíos discrecionales, las provincias podrían tener un refuerzo de ingresos si el Congreso aprobara el paquete fiscal que esta semana volverá a estar en la mesa de negociación en el Senado.
El tratamiento de la ley de Bases y su proyecto adjunto tributario experimentó en los últimos días contratiempos no esperados por el Gobierno nacional: su paso por las comisiones colmó de reclamos de cambios desde bloques opositores que podrían acompañar la aprobación del proyecto. Esas modificaciones incluyen objeciones sobre el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) y el blanqueo de activos.
Zanahoria recaudatoria
A priori, el paquete fiscal fue llevado en compañía de la ley ómnibus al Congreso para que funcione como “llave” que destrabe las negociaciones con el resto de los bloques, al ofrecer una “zanahoria” recaudatoria a los gobernadores, para que los legisladores que responden políticamente a ellos acompañen a La Libertad Avanza a la hora de la votación. Tras la media sanción en Diputados, la discusión en el Senado se empantanó y el oficialismo ahora quedó seriamente comprometido en el juego de tiempos que se había planteado para llegar al 25 de mayo -fecha preliminar prevista para el pacto de diez puntos que apuntala Javier Milei– con la ley aprobada.
En ese contexto, cálculos privados marcan que las arcas provinciales esperan con algún ansia la luz verde al paquete fiscal, ya que podría tener un efecto de alivio ante un derrumbe de los envíos de fondos desde la Casa Rosada hacia las gobernaciones. La Fundación Mediterránea -el centro de estudios que presidió Carlos Melconian y que ahora dirige el ex titular de Anses en este gobierno, Osvaldo Giordano– estimó que por las dos vías posibles -coparticipación y transferencias no automáticas- los ingresos provinciales cayeron casi 25% en términos reales en los primeros cuatro meses del año.
El paquete fiscal fue llevado en compañía de la ley ómnibus al Congreso para que funcione como “llave” que destrabe las negociaciones con el resto de los bloques, al ofrecer una “zanahoria” recaudatoria a los gobernadores
En detalle, otro estudio de Nadin Argañaraz había mostrado que solamente las transferencias discrecionales -algunas de ellas de todas formas están aseguradas por ley, como los envíos para las cajas jubilatorias no transferidas a la Nación y que pagan una docena de provincias- se desplomaron 81% en abril y 84% en los primeros cuatro meses del año. Y al tomar en consideración solo los fondos automáticos, principalmente por coparticipación, en el lapso enero-abril la poda fue de casi 20 por ciento.
La explicación para este último número, que en términos absolutos es mucho más representativo que los envíos no automáticos –$9,4 billones acumulados contra $144.000 millones– está relacionada a la fuerte caída de la actividad económica, que impacta en el nivel de recaudación de tributos coparticipables, como IVA y el impuesto al cheque.
A su vez, según un informe de Marcelo Capello y Nicolás Campoli, del Ieral de la Fundación Mediterránea, en el primer cuatrimestre del año el retroceso recaudatorio fue de 10% en términos reales. Los principales gravámenes que se reparten con los gobernadores cayeron en un 11,8% (cheque), 2,1% (IVA), 37,9% (Ganancias) y 18,7% (impuestos internos). El contraste lo marca la fuerte suba de tributos que le quedan enteramente a Nación: 282% para el impuesto PAIS y 100% de mejora en derechos de exportación.
Según el Ieral, la Ley de Bases podría aliviar en alguna proporción esa caída de magnitud que tuvieron las provincias en su nivel de ingresos (incluso la propia recaudación de impuestos provinciales se vio afectada en un 11,6% real, teniendo en cuenta los datos de 12 jurisdicciones). Para ese centro de estudios “el impacto más directo de las reformas sobre las finanzas provinciales se daría sobre sus ingresos, como consecuencia de la modificación de impuestos nacionales cuya recaudación se coparticipa a las provincias, o que constituyen regímenes especiales de distribución automática”.
Los grandes números del informe marcan como conclusión que de aprobarse el paquete fiscal los ingresos totales de Nación y Provincias aumentarían en 0,19% y 0,22% del PBI, respectivamente. El ejercicio que realizaron implica una comparación con los recursos que dispondrían en 2024 si esa iniciativa no fuese aprobada y los cambios en Ganancias, Bienes Personales, Monotributo, Blanqueo y Moratoria no se implementaran.
Para eso tomaron dos escenarios posibles para ese plan de pago anticipado de 5 años de Bienes Personales. “Si el 100% de los contribuyentes de 2023 deciden adherir al denominado Régimen Especial de Ingreso del Impuesto sobre los Bienes Personales (REIBP), y pagar 5 años de forma adelantada, se estima que por dicho régimen se recaudaría cerca de 1,3% del PIB, cuando la recaudación total de Bienes Personales en 2023 fue de 0,52%”, mencionaron. “Aquí, se suponen dos escenarios: en el primero, el REIBP genera ingresos por el equivalente a media recaudación anual del impuesto, y en el segundo, por el equivalente a un año y medio de recaudación”, explicaron.
Para la Mediterránea la Ley de Bases podría aliviar la caída en los ingresos provinciales. Incluso la propia recaudación de impuestos provinciales se vio afectada en un 11,6% real al tomar en cuenta 12 jurisdicciones
En cuanto al Impuesto a las Ganancias, el paquete fiscal revierte los cambios hechos a fines de 2023, pero aún así no alcanzaría para “igualar la recaudación de la situación anterior”, estimó Fundación Mediterránea. “Además, la ampliación de las escalas del monotributo incrementaría la cantidad de contribuyentes en el Régimen Simplificado, pero reduciría el número de Autónomos que pagan Ganancias. Por lo tanto, si se consideran los impactos netos de las reformas, el Monotributo recaudaría durante 2024 0,05% más del PIB que en 2023, mientras que Ganancias 0,43 puntos menos”.
La moratoria, por último, generaría recursos extra por 0,3% del PBI. El timing en que el Gobierno consiga la aprobación en el Congreso pasó a ser determinante para el aporte fiscal a las arcas nacional y provinciales, ya que cuanto más anticipadamente consiga luz verde parlamentaria, mayores ingresos podría obtener, por ejemplo, de la nueva reforma a Ganancias o en el monotributo.
Con todo, la Mediterránea le puso números a esa noción de que una aprobación del paquete fiscal aliviará las arcas, aún no pudiendo evitar que haya a lo largo del año una caída recaudatoria. A lo sumo, estima ese trabajo, podría morigerar el impacto. “Teniendo en cuenta los cambios observados en la recaudación durante el primer cuatrimestre de 2024 (por reformas tributarias de 2023 y por efecto de la recesión económica) y los potenciales impactos fiscales de las reformas tributarias, si se aprueban, se estima que los ingresos nacionales se reducirían entre 0,5% y 1,1% del PIB en 2024, y que los ingresos provinciales caerían entre 2,1% y 2,7% del PIB este año”, mencionaron.
Con o sin reformas
“Si la estimación se centra en comparar los recursos que dispondrán Nación y Provincias en 2024, con o sin reformas tributarias actualmente en tratamiento legislativo, se concluye que de aprobarse los proyectos de ley de ‘Medidas fiscales paliativas y relevantes’ los ingresos totales de Nación y Provincias aumentarían en 0,19% y 0,22% del PIB, respectivamente, comparado con los recursos que dispondrían en 2024 si dichos proyectos no son aprobados”, concluyeron. En otros números: sin paquete fiscal, el consolidado de provincias recibiría 16,6 billones de pesos menos que en 2023. El diferencial parece estar marcado, para ese informe, en lo que suceda en Bienes Personales: si la adhesión al plan de pago anticipado es alto, provincias y Nación tendrán un alivio tributario considerable.
Las estimaciones del Gobierno son conservadoras. Sobre la restitución del cobro de Ganancias para entre 800 mil y 1 millón de empleados en relación de dependencia, Hacienda estimó que su impacto en la recaudación dependerá de “cuándo entre en vigencia el cambio”. Por esa razón -y porque la modificación no generará obligaciones “hacia atrás” al no ser retroactivo- es que el Poder Ejecutivo necesita que el Congreso sancione el paquete fiscal y la Ley Bases lo antes posible. Si eso fuese así, estimó el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, “para el resto del año (serían) cerca de 1,3 billones de pesos adicionales de recaudación”.
Guberman aseguró ante el Senado que la recaudación extra de Bienes Personales “dependerá del impacto de cómo se distribuya la situación entre adelanto y modificación de alícuotas”, pero que se trataría de unos $500.000 millones. “A costa de recaudación futura, si hay acogimiento alto” al pago anticipado, reconoció. Por último, estimó que la modificación de las escalas y reajuste de componentes tributarios del monotributo aportaría al fisco 152.000 millones de pesos.
(Fuente: Infobae)