Con la colaboración de los bancos, la Secretaría de Finanzas se juega este miércoles una nueva chance para seguir pasando vencimientos de deuda en pesos más allá del horizonte de los tres meses. En abril ya consiguió una buena colocación a 2024, con bonos duales, y ahora va a tratar de estirar hasta 2025.
Se trata de un nuevo bono en pesos que servirá a las entidades financieras para constituir encajes para cajas de ahorro, cuentas corrientes y depósitos a plazo fijo. En el mercado se entiende que este nuevo instrumento de financiamiento del Tesoro forma parte de las permanentes conversaciones que mantiene Eduardo Setti con los actores del mercado.
En esta oportunidad, apuntan a renovar casi $428.000 millones en vencimientos, de los cuales el 92,7% está en manos de actores privados, lo que constituye de por sí un desafío. El total de mayo es de $1 billón, pero en el primer llamado vence el equivalente al 43% de todo lo que corresponde a privados.
En la primera vuelta, Economía pone a disposición un menú de bonos de corto plazo y la mayoría con algún mecanismo de indexación. Para los Fondos Comunes de Inversión (FCI) pondrá a disposición una LELITE con vencimiento al 16 de junio. Por otro lado se ofrece, dentro del Programa de Creadores de Mercado, dos LECER, una al 18 de septiembre y otra al 18 de octubre; un BONCER al 13 de agosto; y una Letra vinculada al dólar oficial, al 31 de octubre. También se buscará seguir ampliando plazos, como se hizo en abril. Entre los instrumentos que no están dentro del programa de Formadores de Mercado, se presenta un nuevo bono dólar linked al 30 de septiembre de 2024 y, como principal novedad, se ofrece un bono en pesos, al 23 de agosto de 2025 (BONTE25).
“Nos llama la atención que no hay alternativas a tasa fija (LEDEs) para el mercado general”, indica la sociedad de bolsa Portfolio Personal Inversiones (PPI) al analizar el componente de la oferta. Probablemente, la falta de LEDES se deba a que se la toma como referencia de la política monetaria del BCRA. En los mercados secundarios estos títulos se negocian a una tasa del 150% anual.
La Alyc también considera inusual que no haya instrumentos con vencimiento previo a las PASO, por lo cual dice que “será una verdadera prueba de fuego para los privados no regulados con vencimientos cortos”.
“Además, este nuevo BONTE25 no es un instrumento cualquiera. Su liquidación difiere al resto de los títulos, coincidiendo con el pago de cupones del TY27 y TB27 por alrededor de $148.350 millones”, explica PPI. En ese sentido, plantea que la sospecha es que “este nuevo instrumento estuvo conversado con el sistema bancario para aplicar esos pesos”.
Ignacio Morales, analista financiero de Wise Capital, señaló que “la oferta es acorde a lo que pide el mercado: indexado a inflación o dólar oficial a corto plazo (excepto por el bono dólar linked con vencimiento en 30 de septiembre de 2024)”. “El bonte 2025 es para que los bancos integren encajes. Creemos que la licitación va a ser exitosa, simplemente por el hecho de que suponemos que gran parte del financiamiento neto proviene del BCRA, que le compra títulos a entidades públicas para que éstas cuenten con fondos frescos para ingresar a la licitación”, señaló Morales.
Es consenso en el mercado que el sector público va a salir de nuevo a completar la demanda de letras para cubrir el financiamiento neto, al igual que lo ocurrido en abril. Entonces, casi el 50% de lo que logró colocar el Tesoro provino de agencias públicas, que a su vez están siendo respaldadas con liquidez aportada por el Banco Central. La entidad que conduce Miguel Pesce sigue comprando bonos a los organismos del estado, para que estos con los pesos puedan entrar a la licitación.
En cuanto a las tasas, Federico Moll, de Ecolatina, señaló a Ámbito que “el Tesoro va a tener que convalidar tasas más altas”. “Hoy no estamos viendo una expansión de la oferta de pesos tan fuerte, sino una caída de la demanda, y esa caída refiere a expectativas respecto de la política monetaria que son bastante complejas. Van a tener que levantar la tasa y eso puede ser contraproducente”, indicó.
(Fuente: Ámbito)