Bañarse no solo es crucial para mantener una buena higiene personal, sino que también juega un papel importante en el bienestar físico y mental. Elegir el momento adecuado del día para hacerlo puede potenciar estos beneficios, y los expertos ofrecen consejos para adaptar la rutina de baño a cada estilo de vida.
Beneficios de ducharse por la mañana
El momento en que decidimos ducharnos puede variar dependiendo de nuestras necesidades y preferencias. Una ducha por la mañana puede ser especialmente beneficiosa para quienes buscan activarse y comenzar el día con energía. Según el doctor Alok Vij, dermatólogo y director del programa de Residencia en Dermatología de la Clínica Cleveland, “no existe una respuesta universal sobre si es mejor ducharse por la mañana o por la noche, pero cada persona puede encontrar el horario que mejor se adapte a sus necesidades”.
- Aumento de la alerta: Ayuda a despertar tanto el cuerpo como la mente, mejorando la concentración.
- Mejora de la circulación: La ducha matutina estimula la circulación sanguínea, lo que despeja la mente y energiza el cuerpo.
- Preparación de la piel: Lavarse la cara en la ducha elimina cualquier residuo del día anterior, dejando la piel lista para aplicar productos como protector solar.
- Establecimiento de una rutina: Comenzar el día con una ducha crea una estructura que puede mejorar la productividad y la gestión del tiempo.
Beneficios de ducharse por la tarde o noche
Para aquellos que prefieren ducharse por la tarde o noche, los beneficios se centran en la relajación y preparación para el descanso. Después de un día ajetreado, una ducha puede ayudar a reducir el estrés y preparar el cuerpo para un sueño reparador.
- Relajación muscular: Una ducha después del ejercicio o al final del día ayuda a relajar los músculos y reducir la tensión acumulada.
- Mejora del sueño: Al reducir la temperatura corporal, una ducha vespertina facilita la transición al sueño y mejora su calidad.
- Reducción del estrés: Actúa como un ritual calmante que disminuye la ansiedad y promueve la paz mental antes de dormir.
- Establecimiento de una rutina de descanso: Bañarse a la misma hora cada noche puede regular el ciclo de sueño, promoviendo patrones más saludables.
Consejos para una ducha más efectiva
El dermatólogo Sergio Alique García, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), destaca la importancia de seguir un orden específico al ducharse para maximizar la higiene. Recomienda comenzar desde la cabeza, especialmente si se va a lavar el cabello, y luego proceder secuencialmente hacia abajo. Además, enfatiza la importancia de un enjuague adecuado para evitar que queden residuos de productos en la piel, lo que podría causar irritaciones o alergias.
- Enjuague adecuado: Asegúrate de eliminar todos los residuos de gel de baño y acondicionador para mantener el equilibrio natural de la piel.
- Secado suave: Sécate con golpecitos suaves utilizando una toalla de algodón limpia, para evitar irritaciones en la piel.
- Higiene de los pies: No olvides lavar y secar bien los pies para prevenir infecciones.
Uso responsable del agua y cuidado de la piel
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una ducha debería durar alrededor de cinco minutos para ser efectiva y responsable con el consumo de agua. Se recomienda usar jabones neutros y agua tibia para evitar la irritación de la piel. El doctor Gary Goldenberg, dermatólogo de Nueva York, advierte que las duchas demasiado calientes y prolongadas pueden resecar la piel, por lo que aconseja limitar el tiempo en el agua y optar por una temperatura moderada.
En resumen, no existe un único momento ideal para ducharse; la decisión depende de lo que mejor se adapte a tu estilo de vida y preferencias personales. Lo importante es que disfrutes de este momento y lo utilices para mejorar tu salud y bienestar general.
(Fuente: Ámbito)