La Secretaría de Comercio actualizó este lunes los precios de referencia de la harina común 000 por medio de la Resolución 502/2023 publicada en el Boletín Oficial, que dispuso que la bolsa de 25 kilos pase a valer $1.991, lo que representa una suba de 6,01% respecto de abril último, y la principal preocupación que genera esta modificación hacia adelante es cómo impactará en el precio de los alimentos y la inflación de mayo.
La tonelada de harina sufrió, ahora, una variación interanual del 65,9% respecto de mayo de 2022 y, si bien es menor que la inflaciónde los últmos 12 meses, que llegó al 108,8%, es esperable que se traslade al precio de los alimentos, un dato que los analistas siguen de cerca teniendo en cuenta que las estimaciones de inflación para mayo son elevadas y se espera que esté incluso por encima del dato de abril, cuando fue del 8,4%.
Y esta preocupación responde a que, tal como explica Isaac Rudnik, director del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI), “la incidencia de la harina de trigo sobre algunos de los productos básicos que componen la canasta alimentaria y que tienen incidencia en el valor total de la misma es importante”.
Cómo incide la harina en la canasta básica
Así, la presión de este elemento esencial de la alimentación de los argentinos incide, principalmente, a través del pan, dado que la bolsa de harina es el principal insumo de las panaderías, pero también, de las galletitas dulces y saladas y de los fideos.
Rudnik, en base a los relevamientos que el Isepci realiza mes a mes en los negocios de cercanía (y que coinciden bastante con los oficiales) la variación en el primer cuatrimestre de este año de todos estos productos ha sido superior al 50% en promedio. Y detalla las siguientes subas:
- Los fideos: +55%,
- El pan: +60%
- Las galletas (dulces y saladas): +80%
Sin dudas, la incidencia de la harina en el valor total de la canasta básica es muy importante, tanto por peso propio como en la incidencia que tiene en los productos que se producen en base a ella. De hecho, tras la última suba de la harina, que fue a mediados del año pasado, el kilo de pan se ubicó en torno a los $600 en promedio en panaderías y comercios.
Según el director de CyT Asesores Económicos Camilo Tiscornia, “los derivados de la harina tienen un peso de 5% aproximadamente en el índice de Precios al Consumidor (IPC) que publica el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) mensualmente”.
Entonces, estima que, podría haber una suba en torno al 10% en los derivados de la harina para mayo y esto se vería reflejado en un impacto del 0,5% en ese índice, o sea, en medio punto más de inflación, aunque reconoce que puede ser un poco mayor la incidencia.
La participación de los alimentos en inflación
Rudnik plantea que “en todos estos últimos meses los alimentos y bebidas siguen siendo el motor principal de la aceleración inflacionaria”. Y parece que mayo no será la excepción, ya que Tiscornia señala que “el rubro Alimentos va a ser clave en la próxima medición de inflación y los derivados de la harina están entre los precios que más crecen, junto con los lácteos y las verduras”.
También apunta que está teniendo una fuerte presencia la ropa (indumentaria), los servicios públicos (que entran en gastos del hogar), al igual que los artefactos para el hogar y productos electrónicos.
(Fuente: Ámbito)