Hacer ejercicio con regularidad previene y ayuda a mejorar trastornos de la salud mental tales como la depresión y la ansiedad, aseguraron especialistas, que advirtieron sobre la necesidad de hacerlo al menos 150 minutos por semana dados sus beneficios neurobiológicos y sociales en el marco del Día Mundial de la Actividad Física que se celebra este jueves.
«Al hacer actividad física o deporte estimulamos la liberación de endorfinas, conduciendo a un estado de felicidad, optimismo y mejor humor, motivo por el cual colabora en reducir la depresión y a regular la ansiedad», señaló la psicóloga Laura Spaccarotella, con postgrado en Deporte por la Universidad Nacional de Buenos Aires.
Además detalló que se trata de un «factor protector» que «tiene una función preventiva y de generar un bienestar general, resultando en una mejor calidad de vida».
En este sentido, según un estudio publicado en 2019 en la revista de la Asociación Médica de Estados Unidos, correr 15 minutos al día o caminar una hora diaria reduce el riesgo de depresión mayor en un 26%.
El presidente de la Asociación Argentina de Psiquiatras, Ricardo Corral, indicó a Télam que las actividades físicas permiten «mejorar el sueño, reducir el estrés y la ansiedad, prevenir o mejorar la depresión, elevar el autoestima, mejorar la concentración y el rendimiento cognitivo y reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer».
Entre los beneficios que trae el ejercicio físico para la salud mental, distintos especialistas coincidieron en destacar su incidencia neurobiológica, y resaltaron la ayuda a alcanzar la concentración, el vínculo con lo lúdico y la socialización.
En esta línea, la actividad física «obliga a concentrarse en un hecho que no es de la vida cotidiana: en las piernas, en los brazos, en la relación del cuerpo con el mundo exterior y en la respiración», detalló el ex director nacional de Salud Mental y Adicciones.
El aspecto lúdico del deporte
También destacó el aspecto lúdico del deporte, sobre todo cuando se realiza de forma colectiva por la socialización que conlleva.
«En niños y adolescentes es vital. En personas mayores también, justamente porque permite mantener vínculos sociales que después de cierta edad cobran un valor muy significativo», dijo.
Con esta idea en mente, el año pasado se inauguró el Centro de Día para Personas Mayores del Hospital Interzonal de Salud Mental Doctor José A. Esteves de la localidad bonaerense de Temperley, que tiene entre sus actividades a la educación física.
Allí, unas 45 mujeres de un promedio de 60 años usuarias desde hace 30 del servicio de salud mental con patologías como depresión y esquizofrenia asisten a las clases dictadas por profesoras de la Secretaria de Deportes del municipio de Lomas de Zamora.
«El impacto de la educación física fue increíble porque les cambió la vida. Les cambió la cara, todo. Ahora retoman con las clases y las están esperando con ansias», dijo María Moscatelli, licenciada en Musicoterapia por la Universidad Maimónides y trabajadora del Hospital.
«En niños y adolescentes es vital. En personas mayores también, justamente porque permite mantener vínculos sociales que después de cierta edad cobran un valor muy significativo»
Ricardo Corral
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, uno de cada cuatro adultos (1.400 millones de personas en el mundo) no realizan los 150 minutos de actividad física de moderada intensidad recomendados por esta institución.
En Argentina, el 56,8% de los jóvenes entre los 16 y 29 años realizan deporte, al igual que el 56% de los que tienen entre 30 y 39 años, el 50,9% de las personas entre 40 y 49 y el 42,2% de las mayores de 50 años, según datos de la Encuesta Nacional sobre Actividad Física y Deporte del 2021 del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación.
Los especialistas advirtieron sobre la importancia de realizar actividad de forma sistematizada.
«Es fundamental que la actividad física sea regular, transformándose en un hábito. Para ello, son necesarios profesionales de la actividad física y la salud, realizando un seguimiento, acompañando y supervisando», indicó Spaccarotella y subrayó la importancia de hacer consultas médicas previo a comenzar con la actividad.
Además sostuvo que «ayuda a abandonar el sedentarismo, disminuyendo el tiempo condicionado por las tecnologías y el aislamiento social dado por ciertos estilos de vida».
Para las personas entre 18 y 64 años, la profesional recomendó realizar 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 de actividad intensa por semana, teniendo en cuenta las indicaciones las indicaciones médicas particulares de cada persona.
La OMS recomienda, a su vez, que los jóvenes entre 5 y 17 años realicen al menos un promedio de 60 minutos al día a actividades físicas moderadas a intensas, principalmente aeróbicas, y para mayores de 64 años actividad tres o más días a la semana, para mejorar la capacidad funcional y prevenir las caídas.
(Fuente: Télam)