Horas realmente complejas son las que vive en lo futbolístico Crucero del Norte. Es que la derrota sufrida el último fin de semana agravó su situación respecto al descenso. Hoy marcha último en su zona de la reválida y ve muy de cerca la posibilidad de perder la categoría.
En el medio de ese panorama Diego Brizuela dejó de ser el entrenador y asumió Pablo Motta, ídolo en la institución.
El Gato deja su cargo de coordinador de las inferiores para hacerse cargo del plantel principal con el que debutará el sábado, como visitante, ante Douglas Haig.