El Gobierno le tiene que pagar este mes al Fondo Monetario Internacional (FMI) un par de vencimientos que suman u$s2.716 millones. Para ello cuenta con que por estas horas el staff del organismo apruebe la revisión de las metas del cuatro trimestre de 2022 y luego el Directorio dé su visto bueno y autorice el desembolso de los u$s5.400 millones correspondientes al Programa de Facilidades Extendidas en curso.
Es claro que en un contexto en el que el Banco Central ha venido perdiendo reservas, el Gobierno requiere del movimiento contable para calzar el pago con el cobro y así mantener así un nivel mínimo de reservas.
Los datos figuran en el último reporte sobre operaciones de deuda de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC). Unos u$s927 millones se pagan el 21 de este mes y a las 24 horas posteriores u$s1.789 millones. Es toda una complejidad, sobre todo porque de acuerdo con el Programa de Facilidades Extendidas, cuando concluya el mes habría que tener “en caja” unos u$s7.700 millones de reservas internacionales, aunque ya se trata de un objetivo que no se va a cumplir y que el Ejecutivo y el Fondo acordaron flexibilizar.
Junto con los compromisos con la institución que conduce Kristalina Georgieva, el Gobierno tiene que atender a lo largo de este mes compromisos por u$s389 millones con otros organismos multilaterales, de los cuales u$s252 millones corresponden a capital y otros u$s137 millones a intereses.
En ese contexto, el equipo que encabeza Gabriel Rubinstein, integrado por secretario de Hacienda, Raúl Rigo, y el jefe de asesores, Leonardo Madcur, estuvo los últimos días en Washington negociando. Por estas horas deberían conocerse los términos del informe del staff técnico para que el mismo sea aprobado lo antes posible por el board, según lo indica el procedimiento del FMI.
El analista financiero Christian Buteler le dijo a Ámbito que a la burocracia del FMI “le dan los tiempos” para aprobar los números de cierre de 2022, y gatillar un desembolso correspondiente a la última revisión del 2022. Se trata de una cuestión de procedimientos del organismo. En el equipo económico esperan que el directorio del Fondo le ponga la firma al reporte de los técnicos cerca del 20 de marzo. Este no sería el problema ahora ya que desde hace tiempo se sabe que las metas fueron logradas. Lo central de la discusión pasa por la nueva meta de reservas hacia delante. El objetivo de dólares del primer trimestre no se iba a poder cumplir ni tampoco el anual (de u$s12.400 millones).
“Acá el problema es que hay muchos anuncios de anuncios y nada se concreta”, plantea el analista. Buteler se refiere a que el Palacio de Hacienda ha venido haciendo diferentes planteos al mercado, como el caso de la operación de crédito denominada repo, que de acuerdo con trascendidos ya está prácticamente definida, pero no se termina de concretar. El préstamo es contra garantía de bonos, por parte de un par de bancos internacionales y un fondo soberano. La caída del precio de los bonos argentinos en dólares complicó la operación.
Por otro lado, en abril la Argentina tiene otro compromiso importante con el Fondo y en ese momento no tendrá desembolsos calzados. Serán otros u$2.663 millones con el FMI y u$s207 millones con otros organismos.
Al menos, en los próximos días el gobierno tendrá una ayuda de parte del Banco Centroamericano de Integración Económica. El directorio de esa entidad aprobó un desembolso de u$s400 millones que serán para el Plan Argentina contra el Hambre. Si bien se trata de un dinero que llega con una asignación específica, el ingreso sirve para engrosar el balance.
(Fuente: Ámbito)