La doctora Carina Depasquale, especialista en cirugía plástica con más de 14 años de experiencia, subrayó la importancia de un uso responsable de las redes sociales en su ámbito de la salud estética. Formada en la Universidad Nacional del Nordeste y en cirugía general en el Hospital Madariaga de Posadas, también perfeccionó su técnica con el profesor Ivo Pitanguy en Río de Janeiro. Su práctica, que abarca cirugía estética y reparadora, combina la adaptación a la era digital con un firme compromiso ético.
En Cadena de Noticias, Depasquale explicó cómo ha integrado las redes sociales en su trabajo sin comprometer los principios éticos de su profesión. “La exposición en redes sociales es algo muy nuevo, donde los cirujanos, por más que tengamos años de experiencia, tenemos que adaptarnos a la informática de hoy y a lo que la sociedad pide”, afirmó. Este enfoque refleja un equilibrio entre la visibilidad profesional y el respeto hacia la privacidad del paciente.
A pesar de la creciente tendencia a compartir procedimientos y resultados en redes sociales, la doctora subrayó su compromiso con la privacidad y la dignidad del paciente. “Evito compartir imágenes que puedan ser inapropiadas o sensibles”, explicó. Su enfoque incluye la obtención de consentimiento para cualquier contenido que se publique, asegurando que los pacientes no sean expuestos sin su autorización.
La cirujana, que ha trabajado en la especialidad durante más de una década, ha sido testigo de la evolución de la práctica médica y el impacto de las redes sociales en el ámbito de la cirugía plástica. “Es fundamental educar al público de manera responsable, mostrando el trabajo que realizamos sin comprometer la privacidad del paciente”, dijo. Esta perspectiva refleja su compromiso con la ética profesional y la adaptación a los tiempos modernos.
Su trayectoria, que incluye una formación exhaustiva y experiencia en el campo, le permite abordar los desafíos contemporáneos con una visión equilibrada. “Siempre trato de asegurarme de que cualquier contenido que suba esté autorizado por el paciente y no comprometa su privacidad”, comentó. Este cuidado es un testimonio de su respeto por la integridad y los derechos de los pacientes.
La especialista también observó cómo las redes sociales han cambiado la forma en que los pacientes y los profesionales interactúan. “El uso de redes sociales ofrece una plataforma para educar y mostrar resultados, pero debemos hacerlo con un alto grado de responsabilidad”, dijo. Su enfoque es un ejemplo de cómo los especialistas pueden manejar las demandas digitales mientras mantienen estándares éticos rigurosos.
Su compromiso con la ética profesional y la privacidad del paciente destaca en una era digital, demostrando cómo la cirugía plástica puede avanzar mientras se mantienen principios fundamentales de respeto y confidencialidad.