Los paseros cortaron el tránsito en la cabecera paraguaya del puente San Roque González de Santa Cruz en el primer día en el que debía entrar en vigencia la prohibición de formar filas sobre la calzada del viaducto por razones de seguridad. La carga estática que genera la circulación a paso de hombre con el adelantar y frenar de los vehículos, es un movimiento que no estaba previsto cuando se construyó este Puente que ya tiene más de 33 años.
Es decir, es un viaducto pensado para la circulación entre dos ciudades y dos países que han crecido exponencialmente en este lapso, en todos los sentidos: vecinal, turístico, tráfico de mercaderías y bienes.
El puente Posadas-Encarnación llegó a transformarse en el paso fronterizo segundo en importancia de Argentina, después de Ezeiza, por el movimiento que registraba.
Indudablemente que en la actualidad resulta urgente la construcción de un nuevo puente que una la provincia de Misiones con el Departamento de Itapúa. Se ha estudiado como el mejor paso aquel que usó el general Manuel Belgrano en la época independentista; es decir, por Candelaria hacia el puerto paraguayo de Campichuelo, donde el río Paraná es más angosto y menos profundo, condiciones que hasta podrían significar una inversión menor.
Argentina fue quien construyó el puente Posadas-Encarnación y la que lo mantiene a través de la Dirección Nacional de Vialidad, organismo que en su última revisión técnica advirtió efectos indeseados producto de la carga estática y prohibió la permanencia de vehículos sobre la calzada.
En otras palabras: el cruce debe ser fluido.
Ahora bien, existe otro problema. En Encarnación no se ha ampliado la cabecera del Puente, como sí ocurrió en la cabecera argentina. De tal forma hoy por hoy es un “embudo”, que genera interminables filas para cruzar de regreso al país, con “adelantadores” de autos por coimas. La crisis se sintió especialmente en el último fin de semana extra largo de Argentina, cuando miles de turistas se volcaron a hacer compras en Encarnación y algunos tardaron hasta dos días en poder regresar.
Tardíamente las autoridades paraguayas ordenaron dar prioridad a los autos de patente argentina. En las redes sociales, las personas que cruzan con frecuencia dicen que mientras un auto de Paraguay puede ir y venir hasta cinco veces al día por el Puente, los de Argentina tardan horas en conseguir el vía libre.
Y particularmente este jueves quedaron varados durante buena parte de la jornada, ya que recién alrededor de las 17, quienes impedían el paso se retiraron.
Las preguntas millonarias son: ¿se superará esta situación? ¿tomarán conciencia autoridades paraguayas y usuarios de las dos orillas de la importancia de las medidas de seguridad? ¿Qué pasa si el Puente se colapsa y hay una tragedia?