El hígado no duele, es un órgano silencioso cuyas enfermedades muchas veces pasan desapercibidas hasta que es demasiado tarde.
¿Cómo saber el estado del hígado?
El hepatólogo Dr. Fernando Barreyro da algunas respuestas.
Se puede conocer el estado del hígado a través de la elastografía, un estudio que ha revolucionado a la hepatología.
Es una prueba de imagen que se usa principalmente para estimar cuánto daño tiene el paciente en el hígado, cuál es el pronóstico y qué enfermedad podría tener.
Existe el fibroscan que es un equipo avanzado que realiza elastografías hepáticas, midiendo tres aspectos clave del hígado: la esteatosis (acumulación de grasa), la fibrosis (cicatrización) y la inflamación.
Ofrece la misma información que una biopsia hepática, pero sin los riesgos asociados a procedimientos invasivos.
“Es un estudio sencillo, rápido e indoloro, que se realiza en consultorio en tan solo diez minutos”, explica el Dr. Barreyro.
¿Cuándo se recomienda el uso?
«Es ideal para pacientes con sospecha de hígado graso. Aquellos que ya tienen un diagnóstico confirmado y necesitan monitoreo, y personas con factores de riesgo como obesidad, diabetes o consumo excesivo de alcohol».
El Dr. Barreyro destaca que “la ventaja del fibroscan es su precisión, mucho mayor que la ecografía tradicional, y su capacidad para proporcionar resultados en minutos”.
Es una herramienta que permite a los médicos evaluar el estado del hígado de forma rápida, precisa y sin dolor.
Contamos con el primer friboscan que llega a Misiones y uno de los pocos que hay en Argentina.
El hígado graso: una epidemia silenciosa
En la provincia de Misiones, el 40% de la población sufre de hígado graso, una condición que puede llevar a complicaciones graves como enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer hepático.
Este aumento alarmante se debe a factores como el sedentarismo, la obesidad, la diabetes y el consumo excesivo de alcohol.
“El hígado graso es una enfermedad oculta que no presenta síntomas claros. Muchas personas creen estar sanas, pero en realidad pueden estar desarrollando graves complicaciones”, alerta el Dr. Barreyro.
«Mediante este instrumento diagnóstico podemos ver no solamente la presencia y cuantificar el contenido hepático de grasa, sino determinamos también el pronóstico, cuánto daño puede tener y dar un buen tratamiento».
Un llamado a la detección temprana
El Dr. Barreyro hace un llamado a sus colegas a considerar la posibilidad de hígado graso en sus pacientes, independientemente de la especialidad.
“Este problema afecta a diversas especialidades, desde la cardiología hasta la oncología. Es fundamental que los médicos se concienticen sobre la importancia de detectar y tratar el hígado graso a tiempo, ya que es una condición reversible si se aborda correctamente”.
Esta tecnología no solo mejora la capacidad diagnóstica, sino que también brinda a los pacientes una oportunidad para prevenir complicaciones graves y mejorar su calidad de vida. (Gentileza: Consulta sin Turno)