Con el objetivo de elaborar propuestas pedagógicas para fortalecer la lectocomprensión y transitar hacia propuestas escolares renovadas que promuevan en los estudiantes oportunidades para pensar, comprender y dar sentido a sus aprendizajes, se reunieron en Buenos Aires los referentes provinciales del programa Libros para Aprender.
En una jornada encabezada por el ministro nacional de Educación, Jaime Perczyk, los asistentes participaron de talleres y capacitaciones en torno a propuestas pedagógicas del programa que durante el 2022 repartió millones de libros en todo el país.
Desde la provincia participaron supervisores de distintos niveles, el equipo técnico de la Dirección de Primaria del Consejo General de Educación (CGE), el coordinador de Educación Domiciliaria y Hospitalaria Andrés Rehe, el coordinador de Educación Intercultural Bilingüe Juan Pablo Chaparro, representantes del Plan Provincial de Lectura, supervisoras de la modalidad de Educación Especial, miembros del equipo técnico de la Subsecretaría de Educación, supervisores y representantes del Servicio Provincial de Enseñanza Privada de Misiones (SPEPM), entre otros. Los asistentes destacan la jornada como “una muestra de la unión y del trabajo articulado y en equipo que hay entre distintos organismos de la educación de Misiones”.
En Misiones, durante el 2022 se repartieron más de 125.000 libros con el objetivo de garantizar el acceso universal a la literatura y fortalecer así las oportunidades de aprendizaje de los estudiantes. Se suma a los ya más de 100.000 libros entregados para el nivel primario, en una acción cuyo presupuesto asciende a 215 millones de pesos. Las propuestas pedagógicas que se desplegarán en torno a estos libros buscan garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, e impulsar en los estudiantes el compromiso consigo mismos y con su entorno.
“Esta es una política educativa que llega hasta la familia y habilita un acompañamiento de las trayectorias educativas”, sostiene el ministro provincial de Educación, Miguel Sedoff, “Que los estudiantes tengan estos materiales en sus casas permite optimizar el tiempo de trabajo en el aula y que pueda haber una continuidad de trabajo en los hogares. Estos libros repercuten intensificando el proceso de alfabetización y formando lectores y escritores”.
Rosana “Cielo” Linares, subsecretaria de Educación, comenta al respecto que “Tener un libro es un derecho en sí mismo. Para muchos estudiantes este es su primer libro, y tenerlo a esta edad ya es una invitación a los increíbles mundos que nos puede llevar la lectura. Es imperioso y necesario que las nuevas generaciones tengan un fuerte hábito de leer, y que se democratice la palabra y comiencen a construir su biblioteca”.