El suicidio, una de las problemáticas más complejas de la salud mental, está relacionado con múltiples factores, entre ellos, la ansiedad. Natalia Falcone, licenciada en Psicología y coordinadora del abordaje integral de prevención al suicidio, explicó en Cadena de Noticias que la ideación suicida puede surgir como una respuesta al agobio emocional. “El suicidio tiene que ver con que la persona intenta resolver algo sin éxito, entonces su mente aparece con la idea de desaparecer como forma de resolver el problema”, señaló.
Falcone destaca que la ideación suicida no es un proceso lineal, sino que puede evolucionar de manera progresiva. “Cualquier persona, en un momento difícil de su vida, puede considerar esta idea. Cuando el problema se percibe como demasiado agobiante, la persona puede pasar de considerar la idea a planificarla como una salida concreta”, advirtió. En este proceso, factores como la falta de apoyo y la acumulación de problemas pueden agravar la situación.
Respecto a las señales de alarma, Falcone mencionó cambios significativos en la conducta, como irritabilidad, abandono de actividades antes disfrutadas, pérdida de la capacidad de disfrute y sentimientos de pesimismo y desesperanza expresados en el discurso. Identificar estos indicadores a tiempo es crucial para ofrecer ayuda y prevenir desenlaces fatales.
La ansiedad, aunque distinta del suicidio, puede estar vinculada a él cuando se intensifica o no se maneja adecuadamente. “La ansiedad es una emoción normal en los seres humanos, necesaria para enfrentar desafíos. Sin embargo, el problema surge cuando nos imponemos exigencias y entramos en un ‘rulo’ de autoexigencia que puede llevarnos a niveles de estrés insostenibles”, remarcó Falcone.
La influencia de las pantallas también juega un rol importante en el estrés y la ansiedad contemporáneos. “Las pantallas son estímulos de estrés porque, aunque son virtuales, nuestro cerebro no distingue completamente lo real de lo irreal. Esta sobreestimulación activa nuestro sistema de alerta constantemente, lo que puede derivar en un agotamiento físico y emocional”, comenta Falcone. Subrayó que el estrés acumulativo, sin momentos de descanso, impacta negativamente en la salud general.
Por último, Falcone enfatizó la importancia de abordar estos temas desde una perspectiva integral y preventiva. “La ansiedad nos prepara para situaciones de peligro, pero debemos aprender a distinguir entre amenazas reales y aquellas que no lo son. Detenernos a reflexionar sobre lo que realmente importa es clave para evitar entrar en una carrera sin fin que termine afectando nuestra salud mental”, concluyó.