Según los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), la inflación minorista de los primeros cinco meses de 2023 fue del 42,2 por ciento.
El índice de precios al consumidor (IPC) subió 7,8% en mayo, por debajo del 8,4% que registró en abril pasado, informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Con esta suba, la inflación minorista de los primeros cinco meses del año fue del 42,2% y de 114,2% en los últimos 12 meses.
Por debajo de lo que esperaban las consultoras privadas, la inflación marcó un 7,8% en mayo y desaceleró con respecto a abril (cayó 0,6 puntos porcentuales). El Índice de Precios al Consumidor (IPC) acumuló, así, en lo que va del año un 42,2%, mientras que en los últimos 12 meses, alcanzó el 114,2%.
Cabe resaltar que la inflación se había acelerado en abril al marcar un elevado 8,4%, el nivel mensual más alto desde 2002 (cuando trepó hasta el 10,4% en abril de ese año, tras la salida de la Convertibilidad).
Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles fue el segmento que más subió el mes pasado con un alza del 11,9%, producto de la suba de tarifas en los servicios de electricidad y gas natural por red. El podio se completó con Restaurantes y hoteles (9,3%) y Salud (9%), ésta última impulsada por el alza en medicamentos y en las cuotas de empresas de medicina prepaga.
Por su parte, Alimentos y bebidas avanzó 5,8% en mayo que, junto con Educación (4,9%), fueron los dos segmentos con menores subas en el mes.
En diálogo con Ámbito, la economista Rocio Bisang de Eco Go, aseguró que «la principal categoría que explica esta desaceleración es alimentos, que después de varios meses en niveles preocupantes, experimentó una baja significativa y registro un aumento del 5,8%».
En particular, mencionó que las carnes y las frutas «mostraron variaciones significativamente por debajo del resto de los productos». En el caso de las carnes, se destacaron el pollo y la carne vacuna. Respecto a esta última, Bisang dijo que «la sequía continúa afectando la producción, forzando una sobreoferta en el mercado producto del mayor costo del alimento. En el caso del pollo por el contrario, su precio se redujo por la recuperación de la oferta luego de la ola de calor de marzo».
Otro precio que también fue relevante fue el de las frutas que experimentó una caída y contribuyó a moderar el indicador. Se destacó «particularmente la naranja que registro una baja cercana al 10%, luego de varios meses al alza», le explicó a este medio la economista de Eco Go.
Inflación: qué significa para los analistas este dato
«Creo que los datos de los últimos meses indican que el proceso de alta inflación que estamos atravesando incrementó nuevamente su ritmo y estaría encontrando un nuevo piso en torno a 7% mensual. Los procesos de alta inflación se caracterizan, por un lado, por la elevada volatilidad de la tasa de inflación mensual. En ese sentido, si miramos la tendencia que se consolidó en los últimos 12 meses, con fluctuaciones, vemos más un proceso de aceleración de al inflación que uno de desaceleración», opinó el economista Gabriel Caamaño de Consultora Ledesma.
Por otro lado, explicó, que «los proceso de alta inflación por si mismos no se estabilizan, más bien tienden, con su volatilidad, a diverger». «Hoy el esquema de política económica del gobierno sólo puede aportar anclas de muy corto plazo y, por ende, muy poca efectividad. Con lo cual, la clave va a empezar a ser el horizonte que pueda a empezar a construir la política en el contexto de la contienda electoral. En otras palabras, la tasa de inflación si puede empezar a dejar de divergir en la medida que crezca la expectativa de un plan de estabilización no disruptivo en 2024».
Rocio Bisang, en tanto, aseguró: «El problema de la inflación está lejos de solucionarse y, aunque para el próximo mes esperamos ver una nueva reducción (nuestras estimaciones arrojan una inflación del 7%), no creemos que la mejora sea sostenible en el tiempo. En una economía sin reservas, con una brecha en torno al 100%, déficit, distorsión en los precios relativos y un mercado de deuda en pesos en tensión, la tarea de ordenar la macro se impone como una necesidad para reducir la inflación y se necesita de un plan consistente y articulado que permita orquestar una salida coordinada de la situación».
Inflación: la primera desaceleración del año
Con el dato de mayo (7,8%), se produjo la primera desaceleración del año, ya que en abril el IPC se había elevado hasta el 8,4% mensual. Por su parte en enero se había ubicado en el 6%, en febrero subió al 6,6% y en marzo saltó al 7,7%.
El mes pasado, las regiones del país que registraron las mayores subas fueron Noroeste y Gran Buenos Aires con un alza del 8%, seguida por la Pampeana (7,7%). Cuyo, que estuvo por debajo de la medición general, se ubicó en el 7,5%, tras él el Noreste con el 7,3% y por último la Patagonia con el 7,3%.
A nivel de las categorías, los precios regulados subieron el 9%, el IPC Núcleo subió 7,8%; en tanto que los Estacionales tuvieron un incremento de 6%.
Inflación: cuál es la proyección para junio
«Los datos de la primera quincena de junio del relevamiento de precios para GBA sugieren que hubo una moderación respecto de mayo, tanto porque no hubo aumento del gas como porque los alimentos están creciendo a menor ritmo debido a bajas en las verduras. Con esta evolución, la inflación del mes podría reducirse a cerca de 7%», aseguraron desde C&T; cifra que también coincide con las proyecciones de Eco Go.