El Gobierno envió este lunes al Senado los pliegos de los jueces Ariel Lijo y Manuel García Mansilla para ocupar las vacantes en la Corte Suprema.
A pesar del rechazo que en principio generaron ambas postulaciones, en particular la de Lijo, en las últimas semanas la propuesta del Poder Ejecutivo ganó mayores adeptos. Y esa señal fue la que impulsó a Milei para girar a la Cámara las postulaciones de ambos magistrados.
Las propuestas giradas por el Ejecutivo surgen por la necesidad de cubrir en la Corte los cargos que dejaron vacantes la jueza Elena Inés Highton de Nolasco, que había presentado su renuncia en octubre de 2021, y el doctor Juan Carlos Maqueda, que dejará el cargo en diciembre.
Maqueda cumplirá en este 2024 los 75 años -edad límite para ejercer como vocal de la Corte- y, como no solicitó la extensión para ejercer su cargo a pesar de haber superado la edad máxima permitida, el próximo 29 de diciembre perderá su investidura y dejará vacante su puesto en el máximo tribunal.
En caso de que Maqueda hubiese querido continuar formando parte del tribunal que tiene como presidente al juez Horacio Daniel Rosatti, debería haber iniciado el trámite un año antes de cumplir los 75 años. Al no acceder a ese derecho, la vacante se abre de manera automática.
Ahora los pliegos de Lijo y García Mansilla que además de la firma del presidente tienen el aval del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, deberán ser tratados en el Senado, en donde necesitan dos tercios de la Cámara para su aprobación.
El objetivo del Gobierno de Milei es cumplir con la Ley y “contar con un tribunal completo, especialmente en un contexto donde cada decisión requiere el consenso de al menos tres miembros, un paso crucial para garantizar el adecuado funcionamiento del sistema judicial argentino”. (TN)