En un encuentro realizado en la sede nacional de la Central de Trabajadores Autónoma (CTA), en Buenos Aires, se conformó el Capítulo Argentino de la «Internacional contra el Fascismo, el Neofascismo y Expresiones Similares».
Participaron referentes de más de 80 organizaciones políticas, sociales, gremiales y estudiantiles, y personalidades del ámbito académico, jurídico y de medios de comunicación.
Entre ellos el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; la periodista e investigadora, Stella Calloni; los juristas, Eduardo Barcesat; Carlos Rozanski, Claudia Rocca y Andrea Vlahusic, de la Asociación Americana de Juristas; el politólogo Atilio Borón, Paula Klachko y Fernando Abad, de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad; el titular del Centro de Ex Combatientes de Islas Malvinas (CECIM), Roberto Carrizo, y el secretario general del Movimiento Evita Misiones, y dirigente provincial del partido Tierra, Techo y Trabajo, Martín Sereno.
El militante resumió el panorama mundial, del sur y de Argentina, desde una postura -aclaró- antifascista, anticapitalista, anticolonialista, antipatriarcal y antiimperialista. «Esta etapa del capitalismo financiero y digital genera una concentración de poder en una aristocracia tecnológica y financiera. Están los ejemplos de Elon Musk y Mark Zuckerberg, personajes que representan a corporaciones muy poderosas y que en los últimos 20 años -que se aceleraron en los últimos 10- ampliaron la brecha de desigualdad en nuestra Patria, donde cada vez tenemos más excluidos y excluidas», dijo Sereno, quien ya había sido invitado como veedor internacional en las elecciones de Brasil.
Recordó que actualmente el 10% más rico del mundo posee el 52% de los ingresos; mientras que la mitad más pobre tiene el 8%, y existen 141 multimillonarios más que en el año 2023; es decir que la brecha entre los excluidos, los ricos y las corporaciones es cada vez más grande.
Para el militante político esto se sostiene con la guerra cognitiva a través del manejo de las redes sociales. «En ese sentido también tenemos que confrontar, y formar compañeros y compañeras para contrarrestar esa batalla digital. No alcanza con la militancia territorial, porque a través de las redes cambiaron los modos de vida, de producción, de relacionarse entre la gente, y están destruyendo el tejido social».
«Un sistema político mundial de muerte y crueldad»
Sereno cuestionó a políticos que impulsan la xenofobia, el racismo, el extractivismo, la violencia y la violación de los derechos humanos. «Lamentablemente la etapa que vivimos que se traduce en un modelo de muerte y crueldad desde este capitalismo que se regocija y castiga a los pobres por su pobreza; a las mujeres por la violencia que sufren; castiga a las y los discriminados como si fueran responsables de la misma, y exagera la crueldad», lamentó.
Agregó que en esta etapa difícil, las organizaciones sociales, los movimientos populares y los sindicatos resisten desde la calle, porque «incluso la política no ejerce la representación que debería, porque no está en los mismos tiempos y necesidades que siente nuestro pueblo».
Sereno instó a que desde el campo popular «nos organicemos más, debatamos y ejerzamos internacionalmente la solidaridad, por ejemplo con el genocidio en Gaza, que es inadmisible y sin embargo a través de la guerra cognitiva y el manejo de las redes y de la comunicación parece que el común de la gente termina naturalizando estos episodios o restándoles importancia».
Consideró crear un ejército de comunicadores digitales, y dar la batalla cultural también en ese ámbito, «donde quizás no profundizamos en la formación y capacitación, y nos sacan grandes ventajas. Me alegra formar parte de la Internacional Antifascista que congrega a muchos países, organizaciones sociales, y sindicatos que conformamos el Capítulo Argentino Internacional y Antifascista», concluyó.
«Peligros latentes para la soberanía de los pueblos»
Los participantes suscribieron un Documento final, en el que advierten que «el fascismo y el neofascismo no son capítulos cerrados de la historia, sino peligros latentes que amenazan la paz, la vida y la soberanía de los pueblos del mundo».
El texto subraya que estas ideologías que resurgen bajo distintas formas y se adaptan a realidades regionales y nacionales, tienen consecuencias devastadoras para la humanidad. «Es esencial reconocer y enfrentar esta amenaza, ya que buscan destruir proyectos nacionales, populares, progresistas y revolucionarios», sostiene el escrito con firmas de legisladores, embajadores y dirigentes políticos y gremiales,como Oscar Laborde, Alicia Castro, Luis D´Elia; Carlos López, Claudio Lozano, Carlos Raimundi, Eduardo Sigal; Jorge Rivas, Ariel Basteiro, Gustavo Cardesa, Araceli Ferreira, Jorge Kreyness, Hugo «Cachorro» Godoy, Carlos Aznarez, Andrés Bercum y Adolfo Aguirre, entre otros.
Entre las propuestas del encuentro, coordinado por Jorge Drkos y Alejandro Rusconi, se denunciaron los «actos de guerra» cometidos por Estados Unidos y sus aliados, contra países soberanos como Venezuela, Cuba, Rusia, China, Irán y Corea del Norte. Además, el documento aprobado exigió el fin de actos terroristas contra los pueblos que luchan por su liberación y soberanía.
Se demandó que la OTAN y sus países miembros retiren sus tropas del territorio argentino de las Islas Malvinas, poniendo fin a la ocupación colonial, y exigieron el cese del apoyo a regímenes fascistas, como los gobiernos de Ucrania e Israel, que perpetúan el genocidio contra el pueblo palestino.
Repudiaron la reciente visita a la Argentina de Laura Richardson, comandante del Comando Sur de Estados Unidos, calificando su presencia como «un signo del carácter neocolonial del gobierno de Javier Milei». Aprobaron la adhesión a la jornada conmemorativa del «No al ALCA», que se realizó en Mar del Plata, organizada por las Centrales de Trabajadores.
El Capítulo Argentino «se suma al esfuerzo global para frenar el avance de ideologías y políticas que amenazan la paz y el bienestar de los pueblos, y se compromete a seguir luchando por un mundo más justo, soberano y libre de fascismos», manifestaron.