El Directorio del Banco Mundial (BM) aprobó dos nuevos financiamientos para la Argentina: uno por u$s300 millones, destinado a reducir las tasas de abandono en la escuela secundaria y el nivel superior, y u$s150 millones, para apoyar un crecimiento urbano planificado que permita un acceso más inclusivo a la vivienda.
“Es una gran satisfacción contar con el apoyo del BM para contribuir al financiamiento de la inclusión educativa, así como para poner en marcha un programa de hábitat y suelo urbano para mejorar las condiciones de vida y el acceso a infraestructura y servicios para más argentinos y argentinas”, dijo al respecto el ministro de Economía Sergio Massa.
La expresión de Massa está relacionada, además, con la necesidad de dólares que tiene el Banco Central (BCRA) en estos momentos, de cara a la próxima evaluación de metas del Fondo Monetario Internacional (FMI). De hecho, uno de los principales anuncios que realizó el ministro el día de su llegada al cargo, anunció un plan de recuperación de reservas, que incluye el objetivo de traccionar dinero de organismos internacionales de crédito al país. Estos dos proyectos del BM van en ese sentido.
El primero, el proyecto “Mejora de la Inclusión en la Educación Media y Superior por Resultados” apoya el programa nacional de becas Progresar, que actualmente alcanza a 1,4 millones de jóvenes vulnerables con el fin de acompañarlos y estimularlos a finalizar sus estudios. Se trata de un préstamo de margen fijo, reembolsable en 31,5 años y tiene un período de gracia de 8 años.
En tanto que el proyecto Hábitat y Suelo Urbano se implementará en 40 municipios de todo el país para mejorar las condiciones de vida en 17.000 hogares a través de la planificación del crecimiento urbano y la provisión de mejor infraestructura y servicios en villas, asentamientos informales, y áreas degradadas.
El fin es facilitar el acceso a parcelas de tierra en zonas urbanas seguras y ambientalmente adecuadas y dotará a los gobiernos municipales de instrumentos más eficientes para la gestión del suelo urbano. Asimismo, en barrios vulnerables, se proveerá la conexión a servicios básicos como agua potable, redes de cloacas, gas, y electricidad y promoverá la integración social con la construcción de infraestructura pública y equipamiento comunitario.
Este es un préstamo de margen variable, reembolsable en 32 años y tiene un período de gracia de 7 años.
(Fuente: Ámbito)