Marta Ferreira-Ministra de Agricultura Familiar
Celebrar lo que nos está sucediendo como provincia, es vital. Entendiendo celebrar como la expresión de logros anhelados por muchísimos años y generaciones.
Hemos dado pasos trascendentales: pequeños pasos desde el año 2000 con la Gobernacion de Carlos Rovira, más precisamente, desde Diciembre de 1999, cuando imprime en su gestión la reconversión y la diversificación productiva, las huertas, los pequeños agricultores y las ferias francas. Allí comenzó nuestro caminar hacia este presente.
En todos estos años fuimos dando pasos pequeños pero trascendentales, y acrecentados desde la Legislatura Provincial.
Las leyes de Ferias Francas, de Protección de nuestros maíces criollos y nativos, el fomento de la Agroecología, la Soberanía Alimentaria, las Huertas Escolares Agroecológicas, la Agricultura Urbana, los Parques Productivos, la protección y alimentación de nuestras abejas, el aprovechamiento de agua de lluvia, las reservas… los bioinsumos y el reemplazo del glifosato.
Recuerdo que allá por el 2012 había planteado a Carlos Rovira la derogación de la ley de agrotóxicos, me respondió que esperara el momento y entonces avanzamos con el fomento de la Agroecología y en junio de 2014 la Legislatura invitó a Marie Monique Robin. Nos habló de su libro: “el mundo según Monsanto” y Carlos Rovira, sorprendiéndonos como siempre ya tenía en su escritorio con una dedicatoria de Marie.
Un hecho no aislado.
Los gobiernos municipales también van comprendiendo estos cambios de paradigmas. Hace poco días se adhirieron a esta ley: Apóstoles, Cerro Azul y Bonpland.
Comprender la envergadura de estas transformaciones es concluir que simplemente mantenemos coherencia, año tras año.
Una provincia que contiene al pulmón de todo un país, que protege a las abejas, el agua, los agricultores que producen alimentos, no puede realizar otra acción que dejar atrás el tiempo de los venenos. Las imágenes de tantos misioneros y misioneras que recorrieron el mundo mostrando las malformaciones, nos provocaba tristeza y dolor.
Por eso, vivir este presente en el que vamos comprendiendo la dimensión de fraternidad universal con todo el planeta, nos llevará a sentirnos uno y vivir esa fraternidad de la que allá por el siglo XIII Francisco de Asís expresaba: “fratelli tutti” todos hermanos, desde la ecología integral, de la que también nos habla el Papa Francisco.
Que estemos viviendo estas transformaciones tan profundas debe animarnos a todos los misioneros a vivir con esperanza y en concordia, aportando cada uno las acciones y los gestos que este momento reclama.
Comenzamos a transitar un nuevo tiempo: el de la fraternidad universal y la ecología integral.
Siento que aporté algunos granitos de arena en este caminar. Siento que los y las NEO y las generaciones que vendrán, me recordarán con una sonrisa.