El dengue es una enfermedad viral, transmitida principalmente por el mosquito Aedes aegypti, que se convirtió en un problema de salud pública en muchas regiones del mundo, incluida la Argentina. Su transmisión en áreas urbanas está relacionada con la acumulación de agua en recipientes y otros objetos, lo que crea hábitats propicios para la reproducción del insecto. Además, el sostenido aumento de temperaturas global favorece a su supervivencia en regiones del país en donde previamente no se hallaba.
La incidencia de la infección aumentó de manera exponencial, con un brote significativo que comenzó en el 2023 y continuó a principios de 2024. Según datos del Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación, desde que comenzó el año hasta el 19 de octubre, se notificaron 759.867 casos de dengue en todo el país, a comparación con el total de 139.946 del año anterior.
Este crecimiento se vio influenciado por el cambio climático que permitió la proliferación de los mosquitos. Las autoridades sanitarias implementaron campañas de prevención y control que se enfocaron en la eliminación de criaderos y la vacunación, pero el desafío continúa. Al comenzar los días de calor, y los meses de mayor actividad del Aedes aegypti, es esencial comprender ciertos aspectos clave con el objetivo de evitar los contagios y proteger la salud.
¿Qué partes del cuerpo suele picar el mosquito Aedes aegypti?
El mosquito Aedes aegypti tiende a volar a baja altura, lo que influye en las partes del cuerpo que suele picar. Debido a su vuelo rasante, prefiere atacar áreas expuestas y de fácil acceso, como los brazos, las piernas y el abdomen.
También puede picar en la parte posterior de las rodillas y los tobillos, donde la piel es más delgada y la protección de la ropa es menor. Sin embargo, estos insectos pueden volar hasta grandes alturas si necesitan buscar alimento o un lugar óptimo para poner sus huevos.
Los mosquitos que pican y que, por ende, transmiten el virus son hembras, ya que necesitan consumir sangre para producir huevos. “Cuando el mosquito pica a una persona infectada, este se replica en el intestino medio del mosquito antes de diseminarse hacia tejidos secundarios, como las glándulas salivales. El tiempo que transcurre entre la ingestión del virus y la transmisión a un nuevo hospedador se denomina periodo de incubación extrínseco, y cuando la temperatura ambiente oscila entre 25 °C y 28 °C dura entre 8 y 12 días. Una vez que se ha vuelto infectante, el mosquito puede transmitir el agente patógeno durante toda su vida”, explican desde la Organización Mundial de la Salud (OMS).
¿En qué horarios pican con mayor frecuencia?
Si bien estos mosquitos son de hábitos diurnos, estudios recientes de la Universidad Estatal de Ohio destacan cómo la luz artificial en áreas urbanas modifica el comportamiento del Aedes aegypti al extender su actividad nocturna, lo que aumenta el riesgo de picaduras. Los investigadores señalaron que la exposición constante a iluminación artificial altera el ritmo circadiano del insecto y prolonga sus horas de búsqueda de alimento.
La adaptación del mosquito a entornos urbanos lo convierte en un vector eficiente, incluso en condiciones cambiantes. Aunque se asocia su actividad principalmente en las horas del amanecer y el atardecer, la luz artificial puede extender su presencia a la noche, lo que incrementa los peligros para la salud pública.
Las autoridades sanitarias resaltan la importancia de reducir los criaderos de mosquitos al eliminar agua estancada, ya que los huevos pueden sobrevivir varios meses, incluso en condiciones adversas.
¿Qué características posee la picadura del mosquito Aedes aegypti?
Al ser un insecto adaptado a vivir en ambientes urbanos y, por ende, a alimentarse de humanos, sus picaduras no suelen ser dolorosas en comparación a otros mosquitos que suelen picar a animales de piel gruesa.
Desde los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos comentan que “cuando un mosquito lo pica, perfora la piel con una parte específica de la boca (la probóscide) para chupar la sangre. A medida que se alimenta, el mosquito le inyecta saliva en la piel. Su cuerpo reacciona a la saliva y se produce un bulto con picazón. Algunas personas solo tienen una reacción leve a las picaduras. Otras personas tienen una reacción más fuerte, y pueden tener un área grande que se hincha, duele y se pone roja”.
Por ende, según a la reacción particular del organismo de cada individuo, la picadura de Aedes aegypti puede generar una molestia mayor o menor. Sin embargo, no se diferencia significativamente de las lesiones que efectúan otras especies de zancudos que no transmiten el virus del dengue.
Debido a esto es que es fundamental prestar atención a los síntomas y consultar a un médico si se padece de fiebre alta y dolor en las articulaciones, la cabeza y detrás de los ojos.
Medidas esenciales de protección contra el dengue
Para prevenir la proliferación del mosquito Aedes aegypti, vector del dengue, es fundamental adoptar las siguientes medidas:
- Eliminación de criaderos: retirar o vaciar recipientes que acumulen agua, como baldes, macetas y neumáticos. Deben ser tapados o almacenados bajo techo para evitar que almacenen agua de lluvia.
- Limpieza y mantenimiento: mantener limpias las áreas exteriores y jardines, asegurando que no haya objetos que retengan agua. Los huevos de Aedes aegypti tienen la capacidad de resistir condiciones adversas, como bajas temperaturas y períodos de sequía. Esta particularidad permite que puedan eclosionar meses después, cuando el entorno se torna favorable. Por ello, las acciones de prevención no pueden limitarse a una temporada y deben realizarse durante todo el año para asegurar un control efectivo.
- Instalación de mallas: colocar mosquiteros en ventanas y puertas para evitar la entrada de mosquitos al hogar.
- Uso de repelentes: aplicar repelentes en la piel y ropa, especialmente al salir en horarios donde los mosquitos son más activos. Optar por productos que contengan DEET. Según el Ministerio de Salud de la Nación, “es importante conocer la concentración de DEET de un repelente, debido a que la duración de la protección que nos da un repelente contra las picaduras de mosquitos depende de la concentración”.
- Ropa adecuada: vestir prendas de manga larga y pantalones largos, preferiblemente de colores claros, para reducir la exposición a las picaduras.
- Cepillar y limpiar bebederos de mascotas y colectores de agua: es esencial cepillar las paredes de estos objetos, ya que los huevos de mosquito suelen adherirse allí.
- Rellenar portamacetas y mantener jardines desmalezados: rellenar estos con arena absorbe el agua sobrante, y al mantener el césped corto se reducen los sitios donde los mosquitos pueden esconderse.
(Fuente: Infobae)