La Plaza 9 de Julio en Posadas es mucho más que un espacio público; es un testigo silencioso de la evolución de la ciudad a lo largo de los años. Desde sus primeros trazos en 1871 hasta las recientes obras de remodelación, ha sido el escenario de eventos históricos y cambios significativos.

El origen de la plaza se remonta a la década de 1870, cuando el agrimensor Francisco Lezcano delimitó el área del pueblo de Trinchera de San José, destinando cuatro manzanas para plazas públicas. La primera de ellas, aunque comúnmente se cree que fue la Plaza 9 de Julio, en realidad fue la ubicada donde hoy se encuentra la Escuela N° 4 Fraternidad.
La Plaza 9 de Julio, nacida con la primera mensura de la ciudad, fue testigo de la evolución urbana y social de Posadas. En sus inmediaciones estuvo uno de los cementerios del pueblo, hasta que en 1879 se decidió su traslado y se inauguró el primero de noviembre, en coincidencia con el Día de Todos los Santos.

Con el paso del tiempo, este espacio fue objeto de diversas remodelaciones y mejoras. En 1881, la firma «Cataldo Biondi» llevó a cabo la primera remodelación importante, seguida por proyectos de iluminación, arborización y construcción de veredas en los años sucesivos. En 1902, la instalación de luz eléctrica marcó su historia.
La década de 1930 trajo consigo la primera gran remodelación a cargo del arquitecto Alejandro Bustillo, quien elevó la estatua de La Libertad sobre un nuevo pedestal y la giró hacia la Casa de Gobierno. En la década de 1960, los arquitectos Pomar y Morales realizaron cambios significativos en el diseño de la plaza, incorporando nuevas esculturas y elementos paisajísticos.

En agosto de 2008, se iniciaron las obras de renovación y puesta en valor de la plaza, que incluyeron la instalación de nueva infraestructura subterránea, la recuperación de esculturas y la mejora de la iluminación y el mobiliario urbano.
A lo largo de los años, fue el centro de numerosas actividades, desde eventos religiosos hasta prácticas militares. Hoy en día, la Plaza 9 de Julio sigue siendo un lugar emblemático de Posadas, donde se llevan a cabo eventos culturales, actividades recreativas y se conmemora la historia de la ciudad. Su evolución a lo largo de los años es un reflejo del crecimiento y la transformación de la ciudad.
