El concejal de Posadas y miembro activo de la iglesia evangélica Horacio Martínez junto con el pastor Hernán Espíndola estuvieron en la tarde de este martes en el lugar donde se forman a los cadetes del servicio penitenciario y policial.
«Lo que pretendemos es poner en valor y visibilizar la tarea que hacen las comunidades de fe en distintos ámbitos de nuestra sociedad, distintos ámbitos de nuestra provincia y qué mejor que hacerlo acá, donde la capellanía pastoral, en este caso ejercida por el pastor capellán penitenciario Hernán Espíndola, que viene realizándola desde hace 6 años se traduce en clases formativas para los cadetes de primero a cuarto año», explicó Martínez.

Agregó que en estas clases se le transmiten «valores, principios, que les permitan lidiar con distintas situaciones luego, una vez que ya estén brindando el servicio para el cual están siendo formados».

Martínez comentó que forma parte de la currícula «y celebramos esta iniciativa porque además de la formación académica, de la preparación física y psicológica, también se ha contemplado la dimensión espiritual de los cadetes que en definitiva serán servidores públicos, que deberán estar preparados de todo punto de vista para lidiar con distintas situaciones que su profesión les demanda».
Por su parte, Espíndola sostuvo que la idea nace hace muchos años en la provincia. Observó que el servicio penitenciario como la policía de la provincia no contaban con la capellanía evangélica, solamente tenían la opción de la capellanía de la fe católica. Entonces todos los integrantes de la fuerza, tanto personal como alumnado que profesaba la fe evangélica, no tenían oportunidades de tener su espacio y tener también su expresión.

«Así que hace alrededor de 15 años, un reconocido diputado presenta un proyecto y hasta que sale la ley. Es una ley provincial donde establece que la fuerza de seguridad debe contar con la presencia de un capellán por la fe evangélica. Para la gloria de Dios y alegría mía era yo el que estaba preparado para ese lugar, así que fui designado para eso y hace 6 años trabajo acá, en la Universidad y también en todas las unidades de la provincia», expresó el Pastor.
Espíndola agregó que tienen reuniones en todas las unidades penitenciarias. tanto en la Capital como en otras localidades.
Acerca de la labor que desempeña, ejemplificó que cuando se tiene un problema de salud, se lo llama al médico, en caso de ser de orden económico, se recurre a un Contador y si es de tipo legal, a un abogado. «Si tenés un problema espiritual se llama al capellán. El capellán es el marco legal de nuestro trabajo pastoral, tanto por la fe católica en el sacerdote y por la fe evangélica en el pastor, cosa que en su momento no la teníamos», remarcó.