La Agencia Internacional de la Energía (AIE) advirtió que «las tensiones geopolíticas» obstaculizan la lucha contra el cambio climático, al considerar esencial una mejor «cooperación» para limitar el calentamiento a 1,5 °C.
«El objetivo de 1,5 °C» está «todavía al alcance», pero existen «muchos desafíos», advirtió el director de la AIE, Fatih Birol, durante una reunión internacional sobre clima y energía organizada en Madrid dos meses antes de la COP28.
«Hay que encontrar la manera de aislar estas tensiones geopolíticas»
Agencia Internacional de la Energía
Entre estos desafíos, el «más importante» es «la fragmentación geopolítica del mundo», «un obstáculo importante» para alcanzar el objetivo, prosiguió Birol ante unos cuarenta ministros y altos funcionarios de los sectores energético y medioambiental, reportó la agencia de noticias AFP.
Actualmente, las inversiones «en el ámbito tecnológico y de las energías limpias» son «muy fuertes» pero «la falta de cooperación internacional es un problema grave. Hay que encontrar la manera de aislar estas tensiones geopolíticas», abundó.
Una respuesta global
«Un problema global requiere una respuesta global», dijo de su lado la ministra española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, quien pidió más «multilateralismo» ante los «retos actuales».
Las tensiones en la comunidad internacional se han multiplicado en los últimos meses, en particular por la invasión rusa de Ucrania y la creciente rivalidad entre Estados Unidos y China, entre temores de que la cuestión del cambio climático pase a un segundo plano.
LOS MESES MÁS CALUROSOS DE LA HISTORIA
Los meses de «julio y agosto» fueron «quizás los más calurosos de la historia, y parece que 2023 será el año más caluroso jamás registrado», recordó Fatih Birol, en momentos en que las catástrofes climáticas, como las olas de calor, inundaciones o incendios, se incrementan en todos los continentes.
La COP28, que se celebrará del 30 de noviembre al 12 de diciembre en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) bajo los auspicios de la ONU, debería permitir a la comunidad internacional avanzar en el camino de la reducción de los gases de efecto invernadero y de la transición energética.
También servirá para hacer balance de los compromisos de los países para cumplir los objetivos del Acuerdo de París, que pretende contener el calentamiento por debajo de los 2°C y, si es posible, hasta 1,5°C en comparación con la era preindustrial, límite que parece difícil de alcanzar a la vista de las tendencias actuales.