El presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y Centro Exportador de Cereales (Ciara-CEC), Gustavo Idígoras se refirió este sábado a la venta de soja. En una entrevista radial el representante de los aceiteros afirmó que «viene demorada y está muy castigada por la sequía».
La cosecha de soja «no supera los 22 millones de toneladas totales», apuntó Idígoras. «Tiene una calidad cuestionable por un porcentaje alto de granos verdes», también «por culpa de la sequía», puntualizó en declaraciones a Radio La Red.
Según el dirigente aceitero, otros factores que dificultan las exportaciones de soja son el «mercado cambiario inquieto» y «el precio», sobre el cual «el productor tenía expectativa de que sea mayor para tratar de paliar alguna de las consecuencias de la sequía y no lo está viendo porque las fábricas no están en condiciones de pagarlo porque el tipo de cambio no supera los $300″. Respecto a este tipo de cambio, fijado en el último Programa de Incremento Exportador (PIE), Idígoras afirmó que el ministro de Economía, Sergio Massa, fue «contundente al decir que bajo ningún punto de vista el decreto va a tocar el tipo de cambio».
El presidente de Ciara-CEC admitió que previo a la implementación del dólar agro, en el sector tenían proyectado «llegar a 10 millones de toneladas», pero aclaró que con unas condiciones de mercado que «han cambiado». «Lamentablemente, no se va a alcanzar los 10 millones de toneladas y tampoco se sabe cuál va a ser el piso», aseguró.
«Las brechas cambiarias siempre generan una retracción muy fuerte del mercado de granos como en cualquier otro en Argentina; las condiciones de cosecha siguieron empeorando y se retrasaron; y el mercado internacional no está colaborando con la Argentina para tener un precio atractivo», ahondó Idígoras. En este sentido, avizoró: «Hay que ver qué pasa en mayo, que se da un inicio formal de comercialización».
Mientras tanto, aseguró, «el Gobierno está monitoreando este tema día a día y minuto a minuto, incluyendo al Banco Central, que está tomando medidas para hacerle frente a la escasez de dólares que tiene la Argentina».
Por último, Idígoras manifestó la preocupación en el sector por la siembra 2023-2024 porque «si bien algunos teóricos visualizan una súper cosecha, no se dan cuenta que las condiciones normales de producción de semilla e importación de fertilizantes están en una situación crítica». «A Argentina le está faltando u$s700 millones de fertilizantes para la próxima campaña, que no están siendo autorizados», concluyó.
(Fuente: Ámbito)