Fernando Piesco, de la Fundación «Dante Piesco» comentó en declaraciones al programa Cadena de Noticias, que se emite por la señal C6Digital, que hace tres años trabaja en Salto Encantado con la organización que lleva el nombre de su hijo, fallecido como consecuencia de un cáncer. Agregó que por impulso del niño de ocho años se creó «Ohana», Centro de Rescate de Fauna Silvestre, inaugurado hace dos años.
Sostuvo que la Fundación es la encargada de gestionar el Centro de Rescate se financia exclusivamente por aporte de personas y empresas. «Es nuestra única fuente de ingresos», dijo.
Piesco remarcó que actualmente están con gastos de seis millones de pesos mensuales con ingresos que alcanzan el millón y medio. «Estamos con déficit que estamos tratando de solventar con mi esposa», apuntói.
Para colaboraciones, brindó la dirección de su página de Instagram Ohana rescate de fauna. La gente puede sumarse y abonar cuotas de distintos montos que le brindan beneficios especiales.
Seguidamente relató las actividades que llevan adelante en el Centro de Rescate. Y especialmente hizo referencia a la intervención quirúrgica que le realizaron al mono carayá «César».
La operación costó alrededor de 1.500.000 pesos. En cinco días se logró juntar en poco tiempo más de 1.200.000 pesos. «Cuando la gente y la sociedad se unen, las cosas que se logran son maravillosas», destacó.
«Hay una gran parte de este trabajo que muchas personas aportan de manera voluntaria y y no cobran mucho de su trabajo pero digamos que los profesionales que se trajeron de Corrientes y el alquiler del quirófano y todo el tratamiento posterior todo tiene un costo bastante alto en lo que es la medicina, es solamente la parte más fuerte del gasto, después está el gasto diario de constante. Hoy, por ejemplo, la sesión de kinesiología vale $24.000 la la sesión», puntualizó.
«César» es un primate que fue atropellado en la ciudad de Apóstoles. El Ministerio de Ecología dio aviso al Centro rápidamente. «En esto tengo que destacar la rápida respuesta y la búsqueda de solución inmediata, se logró hacer que este animal hoy esté vivo porque nosotros. Tenemos un vehículo de transporte y traslado como una especie de ambulancia que cuando nos avisan de algún accidente, algún problema, sale de manera inmediata», relató Piesco.
Fue entonces que se trasladaron a Apóstoles de manera urgente. Cuando lo encontraron, el mono carayá tenía heridas que realmente complicaban su situación y su vida, aparte de las fracturas que motivaron la intervención quirúrgica, tenía toda la lengua cortada completamente, estaba pendiente un hilo. Le faltaban muchas piezas dentales. «Se ve que el golpe del auto le dio en parte en la cara y tenía todo lo que era la parte genital, los testículos, todo afuera, estaba realmente muy mal», recordó.
En ese momento evaluaron la situación del animal y vieron que no llegaba hasta el Centro Ohana para ser atendido «y como una red de profesionales veterinarios misioneros que realmente aman la naturaleza misionera y que nosotros nos hemos ido conociendo y hemos ido contactando a través del funcionamiento del Centro, tenemos en cada pueblo un lugar amigo».
Piesco destacó la participación de la doctora Andrea Humada, de Apóstoles, quien le realizó la atención inicial. Lo estabilizó, le hizo las primeras atenciones urgentes y ya con el animal estabilizado, una bioquímica de Cerro Azul le hizo las primeras tomas de sangre. «Ya con el animal estable hicimos el traslado a Ohana del animal ese mismo día y ahí empezamos a evaluar todo lo que era el estado del resto de las complicaciones que tenía y nos dimos cuenta que tenía una luxación en la clavícula, una fractura en la cadera y una fractura en la pierna, si bien no eran mortales esas lesiones no le iban permitir volver a la naturaleza, era un animal que iba a quedar con problemas motrices importantes», observó.
A partir de detectar todas esas lesiones que tenía lo que hicieron fue evaluar una cirugía que se caracterizó por ser cirugía inédita a nivel país porque abordaron al animal desde varios ángulos. Había que operar la cadera, la rodilla y la mandíbula en el mismo momento.
«Entonces convoqué a un grupo de profesionales realmente preparados para la tarea y la parte de ortodoncia para toda la parte de la recomposición de la mandíbula. Y aparte como se le habían perdido piezas dentarias también hubo que recuperar todo lo de la parte de abajo de los dientes», consignó.
Un profesional, entanto, se encargó del monitoreo anestésico durante las 3 horas que fue la cirugía y otro profesional hizo la parte traumatológica. También contó con la participación de la doctora María Marta, Directora Técnica de Ohana. Es quien se ocupa de toda la evaluación y la planificación de toda esta cirugía. «Y realmente fue algo inédito porque cuatro profesionales, cuatro cirujanos en distintos enfoques sobre el mismo animal en un solo consultorio no se había hecho nunca y permitió que el riesgo quirúrgico sea muy bajo y César pueda recuperarse de todas estas heridas».
«La verdad que estamos muy contentos viéndolo cómo evoluciona, está muy bien. Con ganas de ya empezar a moverse mucho más. Al principio lo teníamos contenido en un espacio muy chico lo cual a él le permitía que sus huesos consoliden y hoy este está ya haciendo kinesiología con magnetoterapia, ya estamos pensando en una semana dos semanas más ampliar movilidad y recuperar masa muscular», remarcó Piesco.
Y soñamos con el momento en el que él vuelva a la naturaleza que es de donde nunca tendría que haber salido», sentenció.
