Unos días antes del inicio oficial -1° de abril- de la cosecha gruesa, comenzó la zafra y se levantó el cese dispuesto, en protesta por los precios bajos. Pero no sería sino una cosecha a medias, ya que estaría fundada en evitar que las plantas se deterioren, cuestión más que preocupante si se tiene en cuenta la depreciación del valor de la materia prima. Y la escasa o nula rentabilidad con la que se viene trabajando durante todo el año pasado y comienzos de éste.
Alentaría también el hecho que comenzó a moverse la aguja hacia arriba en materia de precios comprometidos: más de 300 pesos por kilo de hoja verde. Claro que los productores pedían 350 y las cooperativas y una firma ofrecieron avanzar en esa dirección.
Es mucho lo que se ha perdido y acaso también ganado, si bien se mira. Porque dos grandes mientras desplomaban el precio, importaron yerba de Brasil: Las Marías y La Cachuera.
Las proveniente de Paraguay y Brasil, en 2024 alcanzaron 11,9 millones de kilogramos, 80,1% más que en 2023 (cuando hubo sequía), según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
Pero el 66% de las importaciones de yerba canchada y molida de 2024 provienen de Brasil, ¿qué significa esto? La yerba proveniente de Brasil suele tener menos estacionamiento y, por ende, menor calidad, detalla el informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa). Dificilmente las grandes quieran ver afectado el negocio: los argentinos son muy selectivos.
Y para que los productores perciban, en principio, el mismo porcentaje del precio de góndola que en el promedio 2020-2023 (24,3%), el valor del kg. de hoja verde debería ser de $364, un aumento de 82,0% en relación al actual. Ahora bien, eso sería solo volver al año pasado. Para este año los productores quieren rentabilidad.
Los valores que se manejan: 450 pesos piden los productores, el Gobierno de Misiones dice que habría acaso que volver al histórico de 50 centavos de dólar. Ahí dependerá de la cotización. Ahora serían unos 600 pesos.