La Dirección de Impacto Ambiental del Ministerio de Ecología está cerrando un 2024 intenso, que se ha caracterizado por la constante presencia de la dependencia en distintas localidades para inspecciones, convocatorias de participación ciudadana y toma de muestras de agua en arroyos para controlar su calidad.
El responsable del área, el geólogo Franco García, adelantó que en 2025 se intensificará la presencia en territorio. Además, anticipó que el año que viene tomará forma definitiva un trabajo que viene desarrollando con su equipo para la clasificación de los tipos de impacto, para agilizar los trámites.
“Desde que asumí en marzo, nos hemos abocado a fondo en constatar que lo que se proyecta en las carpetas, en los expedientes, se vea reflejado en el terreno. Así hemos visitado comunas donde se emplazan industrias, establecimientos agrícolas, proyectos energéticos, estaciones de servicios, plantas de compostaje, frigoríficos, feedlots e iniciativas de generación de energía por biomasa”, detalló García.
El funcionario informó que en lo que va de 2024 él y su equipo realizaron más de 30 inspecciones de oficio y 40 relacionadas con presentaciones de estudio de Impacto Ambiental. En 12 meses, se abrieron 70 expedientes, que están en proceso de trámite.
“A esos expedientes hay que sumarles lo que ya había en trámite cuando asumimos, los que fuimos completando para cerrar el proceso. Muchos tienen que ver con obra pública vial y de energía, por ejemplo”, completó.
Para 2025, García anticipó que están trabajando en distintas líneas. En primer lugar, una categorización de los tipos de impacto. “Vamos a clasificarlos en bajos, medios y altos. Y en función de esa clasificación, se determinará qué tipo de estudio hay que presentar, si de base o detallado. Esto agilizará el proceso y el trámite”.
Asimismo, comentó que la Dirección está avanzando en el diseño de tres modelos o guías de inspecciones: de oficio (donde se corrobora el estado inicial de los proyectos que demandarán el estudio de Impacto Ambiental), el que se implementará durante el desarrollo del proyecto (para verificar la marcha y que se cumpla todo lo propuesto en la iniciativa) y finalmente el que se utilizará una vez finalizada la obra (pos Viabilidad Ambiental Definitiva).
“Queremos que sean como checklist, una lista de control para saber si los proponentes cumplieron con las medidas detalladas, como las de mitigación, el plan de gestión ambiental, el manejo de residuos o efluentes. También, en el caso de los que ya cerraron el proceso, que oficien como una auditoría, es decir, posterior a la Viabilidad Ambiental Definitiva”, señaló.
Se mostró satisfecho con el compromiso de los responsables de los proyectos, porque afortunadamente en la provincia es alto el cumplimiento de la normativa que prevé la presentación del estudio de impacto. “También resalto el sentido de alerta de la ciudadanía, que nos avisa apenas empieza un emprendimiento para que controlemos que esa iniciativa tenga previsto el impacto al ambiente que pueda ocasionar. En este sentido, siempre agradezco y repito a los vecinos que no duden para levantar el teléfono y avisarnos”, agregó.
Con respecto a los expedientes iniciados este año, Franco García repasó que alrededor de 25 son para estudios relacionados con industrias, 11 de emprendimientos agrícolas, alrededor de 5 del rubro comunicaciones (tendido de fibra óptica y antenas), algunos de desarrollos inmobiliarios y una decena presentados por nuevas estaciones de servicios, en las localidades de El Soberbio, Posadas, Puerto Iguazú, Santa Ana y Garupá.
“Lo que instamos a los consultores ambientales responsables de los proyectos es que trabajen de manera interdisciplinaria. Es muy importante que haya distintas miradas. Hay que tener en cuenta el entorno, físico, biológico y social. El proyecto puede estar cerca de una comunidad aborigen, en una zona urbana o de transición, en el entorno rural, cerca de un curso hídrico o en inmediaciones de un parque provincial. Todos esos factores se tienen en cuenta para el análisis. Siempre apuntamos a la calidad del informe, que se focalice en lo micro, que atienda a las influencias directas e indirectas del proyecto, en un radio de no más de 5 a 10 kilómetros”, sostuvo.
Resaltó también como punto importante de su gestión el curso de capacitación que se brindó este año para los consultores ambientales sobre seguro ambiental obligatorio. “Para 2025 queremos llevar adelante una actividad similar, pero para municipios y privados. La idea es un taller sobre GIS básico (Sistema de Información Geográfica)”, adelantó.
Finalmente, García indicó que el año que viene se profundizará la articulación con municipios para la toma de muestras y análisis de agua. “Hasta el momento, determinamos que en las comunas donde se hizo el trabajo, el agua está limpia. Este tipo de actividades sirve para llevar un registro de la calidad de agua en esas comunas a fin de facilitarles herramientas a las autoridades, sobre todo en el momento en el que decidan construir una toma de agua o una planta potabilizadora o de tratamiento”, concluyó.