Es el primer gobernador en ganar dos elecciones fueguinas consecutivas y en primera vuelta. Aliado del FdT, obtuvo triunfo holgado ante una oposición dividida. Voto en blanco, segundo
El gobernador fueguino Gustavo Melella selló su reelección con una contundente victoria que le permitió, como se preveía, evitar el balotaje. Ese plus hizo que en el búnker de Río Grande, ciudad de la que Melella fue intendente antes de saltar al Ejecutivo provincial en 2019, se celebrara también un hito: el mandatario es el primero en ganar dos elecciones consecutivas -y en primera vuelta- desde que Tierra del Fuego obtuvo la categoría de provincia en 1991.
Bajo el espacio Unidos Hacemos Futuro, Melella y Mónica Urquiza -nuevamente fue su compañera de fórmula- se quedaron con el 54,3% de los votos con el 50% de la mesas escrutadas. Una paradoja: el segundo lugar era para el voto en blanco con 20,8% y ninguna fuerza política superaba anoche el 10%
Melella, del sello Forja, aliado de la Casa Rosada, le aportó al Frente de Todos otra victoria de este domingo cargado de urnas que tuvo también elecciones y sonrisas PJ en Salta, La Pampa y San Juan, si bien en está última no se eligió gobernador ni vice tras el fallo de la Corte que paralizó los comicios también en Tucumán -ver aparte-.
En el distrito más austral se partió la sociedad entre UCR y PRO, y los candidatos Pablo Blanco (senador nacional UCR, 5,8%) y Héctor “Tito” Stefani (diputado nacional del PRO, 9,4%), dirimieron sus propias cuitas, en una PASO virtual para definir liderazgos del frente de cara a las elecciones nacionales, cuando Tierra del Fuego deberá renovar tres bancas en la Cámara Baja. Blanco fue superado incluso por la pastora evangélica Andrea Almirón, libertaria, que con apoyo de Javier Milei marcaba un 7,1%.
Alianzas
De la contienda participaron un 70% de los 147.064 electores habilitados (0,5% del padrón nacional). Un dato de color: entre las bases antárticas, el mayor porcentaje de participación se dio en Marambio, con un 49%.
En la contienda también estuvieron en juego 15 bancas para legisladores provinciales, intendencias y concejales de los tres municipios de la jurisdicción: Río Grande, Ushuaia y Tolhuin.
Justamente, los tres intendentes del peronismo fueron en alianza con Melella y lograron en espejo sus propias reelecciones municipales: Walter Vuoto en Ushuaia, Martín Pérez en Río Grande y Daniel Harrington en Tolhuin, todos del FdT. Esta sociedad fue una de las jugadas estratégicas del gobernador para superar la barrera del 50%, al igual que la atracción de dirigentes de otros armados.
Por caso, la lista de diputados provinciales de Forja -radicales de la concertación en el esplendor del kirchnerismo- fue encabezada por Federico Sciurano, un UCR que fuera intendente de Ushuaia y que se corrió de JxC. “En Tierra del Fuego no hay grieta, eso es negocio para unos pocos”, decía Melella tras emitir su voto en la fría mañana de Río Grande, a las 8.20, cuando aún era de noche. Y resaltaba ese joint venture con los jefes municipales, además del carácter provincial de la votación.
“Esta es una elección provincial. Después los fueguinos votaremos la mejor opción para el Gobierno nacional”, aclaraba ante los medios, en una táctica provincialista que mantuvo en una campaña austera. Ese despegue de lo nacional fue un leit motiv de todos los gobernadores que desdoblaron comicios, aunque en el caso fueguino la separación de las fechas está consagrada en la Constitución local.
Melella expresa abiertamente su pertenencia al FdT, en una cercanía que resulta clave para manter y darle forma definitiva, por ejemplo, al subrégimen de produccción industrial que beneficia a las electrónicas radicadas en la isla. También para impulsar proyectos gasíferos, de industralización de hidrocarburo o de hidrógeno verde, entre otros.
Interna opositora
La performance opositora no bastó para forzar la segunda vuelta. Pero una elección cantada en la pelea central le permitirá no obstante a Horacio Rodríguez Larreta ganar musculatura puertas adentro de la alianza amarilla por el segundo puesto (o tercero, si se cuentan los blancos) de su bendecido Stefani, que llevó a Paulino Rossi como vice.
En tanto, el radical Blanco pese a haber mantenido la marca Juntos por el Cambio en la boleta, terminó como cuarta fuerza, detrás de la candidata libertaria Almirón (de todos modos, los fueguinos, al parecer, no se subieron así a la potencial ola libertaria que hasta ahora amaga, sin grandes resultados, a cubrir buena parte del país).
Blanco fue acompañado en la fórmula por Federico Frigerio, líder del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) y contó con apoyo de Patricia Bullrich además de sectores mayoritarios de la UCR. Así, Larreta suma una ficha en el mapa de su pulseada con la titular nacional del PRO.
Se espera que ahora sea Stefani -con dos años más de mandato en el Congreso- junto al porteño quien defina la cabeza de la lista a diputados nacionales para las PASO de agosto. Y Paulino Rossi, por lógica, empieza a cotizar más alto para ocupar ese lugar.
La oferta opositora también incluyó a Lucía Zulma Fernández, del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), que registraba un magro 2,6%. (ambito.com)